En función del lugar de diseminación del cáncer y el tamaño de los tumores, hay varios tratamientos disponibles. El objetivo del tratamiento es mejorar la calidad y cantidad de vida del paciente, a través de la reducción de los síntomas y el alivio del dolor. El médico tendrá en cuenta su situación y estilo de vida y lo ayudará a encontrar la mejor opción de tratamiento para usted.
Por lo general, el cáncer metastásico de pulmón está demasiado extendido para tratarlo solamente con cirugía. Sin embargo, además de otros tratamientos como la radiación y la quimioterapia, se puede recomendar cirugía para extirpar cualquier tumor o metástasis (ejemplos: metástasis cerebrales, de la médula espinal o suprarrenales). La cirugía se utiliza, principalmente, para tratar el cáncer de pulmón que no presenta metástasis o cáncer de pulmón metastásico con una sólo unas pocas metástasis (por ejemplo: metástasis en el cerebro, la médula espinal o las glándulas suprarrenales)
La quimioterapia es un tipo de tratamiento farmacológico que se utiliza para destruir las células cancerosas al detener su desarrollo. Según estudios, la quimioterapia prolonga la vida de los pacientes que tienen cáncer metastásico de pulmón y suele ser el primer tratamiento que se considera. Dado que los medicamentos se desplazan a través del torrente circulatorio para llegar a las células cancerosas, la quimioterapia se considera una terapia sistémica, ya que afecta a todo el organismo. Con frecuencia, se combinan dos o más medicamentos para combatir el cáncer con mayor eficacia.
Mientras que la quimioterapia habitual afecta a todas las células del cuerpo, la terapia dirigida constituye un tipo de quimioterapia en la que los medicamentos actúan específicamente sobre las células cancerosas. Estos medicamentos actúan sobre partes específicas de las células cancerosas para detener su desarrollo. Suele usarse de manera conjunta con la quimioterapia o la radioterapia.
La inmunoterapia para el cáncer es un tipo de tratamiento que utiliza el sistema inmunitario del paciente para atacar y destruir las células del tumor. El sistema inmunitario tiene puntos de control que previenen el ataque a las células normales del organismo. Las células cancerosas pueden utilizar estos puntos de control para impedir que el sistema inmunitario las destruya. La inhibición de puntos de control está aprobada para el tratamiento del cáncer de pulmón metastásico de células pequeñas y no pequeñas. Esta nueva clase de fármaco se administra solo o en combinación con quimioterapia.
En la radioterapia se usan rayos de gran energía para destruir las células cancerosas o hacer tumores más pequeños o ralentizar la progresión del crecimiento tumoral. También se utiliza para destruir las células cancerosas que pudieran haber quedado después de la cirugía. La radiación puede aplicarse desde una fuente externa (radiación externa) o desde materiales radioactivos que se colocan directamente en el tumor o cerca de este (radiación interna). La radiación externa es el tipo más utilizado para tratar el cáncer de pulmón. La radioterapia alivia el dolor y los síntomas relacionados con el cáncer metastásico de pulmón. Se utiliza con más frecuencia para el tratamiento de las metástasis en los huesos o el cerebro, particularmente para aliviar los síntomas.(i.e, dolor)
La ablación por radiación es un tratamiento mínimamente invasivo que destruye las células cancerosas por calor. En la radiación por ablación, el médico utiliza herramientas de imágenes (como ecografías o resonancias magnéticas) para dirigir un electrodo de aguja hacia el tumor. Luego, el electrodo aplica corrientes eléctricas de alta frecuencia en el tumor para destruir las células cancerosas. La ablación por radiación se utiliza principalmente para tratar el cáncer de pulmón que no presenta metástasis, aunque puede utilizarse para reducir el tamaño de tumores grandes o eliminar un número pequeño de tumores en los pacientes que padecen cáncer de pulmón metastásico. Ventajas de la ablación: La ablación ofrece un enfoque mínimamente invasivo para el tratamiento de las metástasis pulmonares, con la posibilidad de preservar la función pulmonar. También puede ser una opción para pacientes que no son candidatos a cirugía. Se usa con mayor frecuencia para complementar la quimioterapia o la radioterapia.
Los estudios clínicos permiten que los pacientes prueben un tratamiento nuevo antes de que esté disponible para el público en general. En algunos casos, puede tratarse de un medicamento nuevo que no se ha utilizado antes en seres humanos; o bien, puede tratarse de un medicamento o una combinación de medicamentos que no se utilizan actualmente para un tipo específico de cáncer. En general, los estudios clínicos en fase temprana se utilizan para probar los efectos secundarios de un medicamento o una combinación de medicamentos; mientras que los estudios clínicos en fase posterior se utilizan para determinar la eficacia de un tratamiento nuevo para un determinado tipo de cáncer. Los estudios clínicos permiten a médicos e investigadores mejorar el tratamiento de los tipos de cáncer con terapias posiblemente más efectivas. Un estudio clínico puede dar lugar a un medicamento nuevo e innovador; o bien, puede no tener efecto alguno. Es importante que hable con el médico acerca de las ventajas y desventajas de los estudios clínicos para su situación en particular.