¿Qué es el melanoma?

El melanoma es un tipo de cáncer de piel que se origina a partir de los melanocitos, que son las células de la piel que producen la melanina, el pigmento responsable de que la piel se broncee. Los melanocitos se encuentran en la parte profunda de la epidermis (la capa superior de la piel), que en su mayoría está conformada por células escamosas y basales. El cáncer de piel de células basales y el carcinoma escamoso son mucho más frecuentes que el melanoma, pero el melanoma es mucho más peligroso y agresivo que estas otras formas de cáncer de piel. Los melanomas representan apenas cerca del 3 % de todos los tipos de cáncer de piel, pero tienen la tasa de mortalidad más alta de todos los tipos y causan más del 85 % de las muertes relacionadas con el cáncer de piel. Si bien es poco frecuente en comparación con otros tipos de cáncer de piel, la incidencia del melanoma ha aumentado más que cualquier otro tumor maligno en los últimos 50 años. Actualmente, el melanoma es el quinto tipo de cáncer que se diagnostica con más frecuencia en Estados Unidos, y es el cáncer que más se diagnostica en adultos jóvenes de entre 20 y 30 años de edad. Afortunadamente, el melanoma es muy curable si se lo diagnostica en un estadio inicial.

Melanoma

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Cuando se expone la piel a la radiación ultravioleta (UV) del sol o las camas solares, los melanocitos producen mayor cantidad de pigmento, lo que provoca que la piel se broncee. Un exceso de radiación UV puede dañar estas células y, con el tiempo, pueden volverse malignas (cancerosas). El melanoma puede presentarse como una mancha nueva en la piel, de color marrón, negro o rojo, o puede desarrollarse dentro de un lunar existente, y puede identificarse a partir de cambios de color, textura, forma o tamaño. Un lunar (nevo) es solo una lesión benigna de la piel que se origina a partir de los melanocitos. Existen varios tipos diferentes de melanomas, cada uno con distintos pronósticos y opciones de tratamiento.

Melanoma cutáneo

Los melanomas cutáneos (en la piel) son los tipos más frecuentes de melanoma y son fácilmente visibles a medida que se desarrollan. Existen varios tipos diferentes de melanoma cutáneo:

Melanoma de propagación superficial
Melanoma de propagación superficial

Este tipo de melanoma puede originarse a partir de un lunar existente. Es el tipo de melanoma que se diagnostica con mayor frecuencia y representa aproximadamente el 70 % de todos los casos.

Melanoma nodular
Melanoma nodular

Este tipo de melanoma es generalmente más agresivo, ya que suele ser más grueso y suele estar ulcerado; presenta un alto índice mitótico (ver a continuación), en comparación con los melanomas de propagación superficial. Es el segundo tipo más frecuente de melanoma y representa aproximadamente entre el 15 % y el 20 % de todos los casos.

Melanoma lentigo maligno

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Melanoma lentigo maligno

Este tipo de melanoma generalmente se manifiesta en forma de tumores planos y anchos. Esta forma de melanoma es menos agresiva y representa aproximadamente entre el 4 % y el 10 % de todos los casos. Aparece con más frecuencia en individuos mayores y de piel clara, generalmente en las partes del rostro expuestas al sol y la zona de la cabeza y el cuello.

Melanoma lentiginoso acral

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Melanoma lentiginoso acral

Este tipo de tumor suele originarse en la palma de la mano, la planta del pie y debajo de las uñas, particularmente en el dedo pulgar y el dedo gordo. Representa aproximadamente entre el 2 % y el 8 % de los casos de melanoma en las personas de piel clara y alrededor del 60 % de los casos en las personas de piel oscura.

Melanoma spitzoide
Melanoma spitzoide

Esta variante poco frecuente de melanoma se presenta generalmente en niños, adolescentes y adultos jóvenes. Estos melanomas pueden ser muy difíciles de diagnosticar y distinguir de sus contrapartes benignas. Generalmente, se recomienda un examen a cargo de un dermatólogo experimentado. Estos melanomas suelen ser intrínsecamente menos agresivos que los melanomas convencionales.

Melanoma desmoplásico
Melanoma desmoplásico

Esta es otra variante muy poco frecuente del melanoma, que generalmente se manifiesta en pacientes mayores, en las zonas de la piel expuestas al sol. Estas lesiones son más propensas a presentar recidivas locales después de la escisión, pero tienen menos posibilidades de diseminarse a los ganglios linfáticos y otras partes del organismo que los melanomas convencionales. El melanoma desmoplásico puede ser extremadamente difícil de diagnosticar y, por lo general, es necesario realizar una consulta con un dermatólogo experimentado.

Melanoma no cutáneo

Melanoma mucoso
Melanoma mucoso

Este tipo de melanoma se origina en los tejidos mucosos que rodean el interior del organismo. Apenas representa alrededor del 1 % de todos los casos y, por lo general, es muy difícil de diagnosticar y tratar. Los melanomas mucosos se originan con mayor frecuencia en los tejidos que rodean la orofaringe, el ano o el recto, los órganos genitales femeninos y las vías urinarias. Por lo general, no son visibles y no se los detecta hasta que tienen el tamaño suficiente como para provocar síntomas de dolor o sangrado. Por ende, estos melanomas suelen diagnosticarse cuando se encuentran en un estadio avanzado.

Melanoma ocular

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Melanoma ocular

Este es otro tipo muy poco frecuente de melanoma, que se origina en las células pigmentadas del ojo. Son diagnosticados por oftalmólogos especializados, generalmente por su aspecto y sin biopsia. El control de estas lesiones debe supervisarse en centros que se especialicen en esta entidad poco frecuente.