Tratamiento
El tratamiento del sarcoma de Kaposi depende del grado de la enfermedad, la agresividad de esta, y de la presencia de síntomas que repercutan en la vida diaria del paciente. A continuación, se detallan los tratamientos habituales que generalmente se utilizan para tratar el sarcoma de Kaposi:
Para el sarcoma de Kaposi localizado:
Cirugía
En una cirugía de sarcoma de Kaposi, el médico extirpa el tumor y un margen de tejido adyacente sano. El médico puede recomendar los siguientes procedimientos quirúrgicos para tratar lesiones pequeñas en la superficie de la piel:
Criocirugía
El médico utiliza nitrógeno líquido para congelar y destruir las lesiones provocadas por el sarcoma. En el transcurso del tiempo, la lesión se ampollará, se encostrará y se caerá.
Electrodesecación y raspado
Este procedimiento suele denominarse "raspado y cauterización". El médico utiliza un instrumento quirúrgico llamado "cucharilla" para extirpar la lesión de la piel. Luego, el médico aplica una corriente eléctrica al lecho del tumor para detener la hemorragia y destruir las células cancerosas que pudieran haber quedado. El médico puede repetir este proceso entre una y tres veces.
Escisión simple
El cirujano utiliza un bisturí para extirpar el tumor y un margen de piel sana circundante. El margen de tejido sano depende del tamaño del tumor. El margen que se extrae en los tumores más pequeños es menor, y es posible que haya que efectuar suturas y quede una cicatriz. En los tumores más grandes, es necesario extraer un margen mayor, por lo que posiblemente el médico deba realizar un injerto de piel y reemplazar la piel que se extrajo con piel sana de una parte diferente del cuerpo. Además de los injertos de piel, es posible considerar la alternativa de una reconstrucción con un colgajo de tejido local.En una reconstrucción con colgajo, se mueve piel cercana para cubrir la herida.
Para casos aislados en los que el cáncer se encuentra en los órganos internos del pecho o del abdomen (en pacientes que no padecen de VIH y en pacientes que no están inmunodeprimidos), la cirugía podría ser apropiada. Esto podría implicar, por ejemplo, la extirpación de los intestinos.
Otros tratamientos
Es posible que el médico también recomiende alguno de los siguientes tratamientos:

Radioterapia
En la radioterapia, se usan rayos de gran energía para localizar y destruir las células cancerosas. Los médicos generalmente utilizan radioterapia para tratar lesiones grandes o malignas de la piel o la cavidad oral que pueden provocar dolor y malestar. La radioterapia se utiliza con menos frecuencia para tratar el sarcoma de Kaposi que se desarrolla en las vísceras.

Terapia antivírica
Para una afectación más generalizada de la piel o de órganos internos.
El tratamiento antivírico de gran actividad (TARGA), que se usa comúnmente para tratar el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), se usa comúnmente antes que otros tratamientos en pacientes con sarcoma de Kaposi que tienen VIH. Este tratamiento puede retardar la progresión del VIH al SIDA, y puede controlar y reducir el riesgo de sarcoma de Kaposi epidémico en pacientes con VIH.

Quimioterapia
La quimioterapia hace referencia al uso de medicamentos para localizar las células de rápido crecimiento con el fin de destruir las células cancerosas. Los médicos normalmente utilizan una loción o una crema de quimioterapia tópica para tratar las lesiones provocadas por el sarcoma de Kaposi. Si la enfermedad se encuentra más diseminada, con muchas lesiones o afectación de los órganos, el médico puede recomendar quimioterapia sistémica (en todo el organismo) de carácter tradicional.
Inmunoterapia
La inmunoterapia estimula el sistema inmunitario del organismo y ayuda a combatir las células cancerosas. La inmunoterapia para el sarcoma de Kaposi puede consistir en terapia con interferón o en inhibidores de puntos de control más recientes que permiten que las células inmunes del cuerpo ataquen las células del sarcoma de Kaposi.

Estudios clínicos
Los estudios clínicos permiten que los pacientes prueben un tratamiento nuevo antes de que esté disponible para el público en general. En algunos casos, puede tratarse de un medicamento nuevo que no se ha utilizado antes en seres humanos; o bien, puede tratarse de un medicamento o una combinación de medicamentos que no se utilizan actualmente para un tipo específico de cáncer. En general, los estudios clínicos en fase temprana se utilizan para probar los efectos secundarios de un medicamento o una combinación de medicamentos; mientras que los estudios clínicos en fase posterior se utilizan para determinar la eficacia de un tratamiento nuevo para un determinado tipo de cáncer. Los estudios clínicos permiten a médicos e investigadores mejorar el tratamiento de los tipos de cáncer con terapias posiblemente más efectivas. Un estudio clínico puede dar lugar a un medicamento nuevo e innovador; o bien, puede no tener efecto alguno. Es importante que hable con el médico acerca de las ventajas y desventajas de los estudios clínicos para su situación en particular.