Síntomas
La LMC puede desarrollarse y avanzar lentamente y puede ser asintomática durante años. En general, las personas que tienen LMC descubren la presencia del cáncer cuando se someten a pruebas que no están relacionadas con la enfermedad; y no presentan signos ni síntomas hasta después del diagnóstico. Con el tiempo, la LMC avanza y puede provocar los siguientes síntomas:
Debilidad y cansancio
Fiebre
Pérdida de peso inexplicable
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Ganglios linfáticos inflamados
Sudoración nocturna
Anemia (número bajo de glóbulos rojos)
Leucocitopenia (número bajo de glóbulos blancos)
Trombocitopenia (número bajo de plaquetas)
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