Tratamiento
El tratamiento del cáncer de testículo depende del estadio de la enfermedad, pero suele incluir cirugía, radioterapia o quimioterapia. A continuación, se detallan algunos de los procedimientos que el médico puede recomendarle para tratar el cáncer de testículo:
Cirugía
La extirpación quirúrgica del testículo suele ser el tratamiento principal del cáncer de testículo. El médico puede recomendarle radioterapia o quimioterapia adyuvante después de la cirugía, según el estadio de la enfermedad. También puede recomendarle una cirugía para extirpar los ganglios linfáticos o para preservar el funcionamiento de los testículos. A continuación, se detallan algunos de los procedimientos quirúrgicos que el médico puede recomendarle:
Orquiectomía
Una orquiectomía es una cirugía para extirpar todo el testículo por medio de una incisión en la ingle. El médico también extirpará el cordón espermático y lo ligará para impedir que el cáncer se disemine. Normalmente enviará la pieza completa al laboratorio para determinar si es cancerosa y, de ser así, el estadio de la enfermedad.
Disección del ganglio linfático retroperitoneal (DGLRP)
Para los no seminomas, el médico puede recomendar este procedimiento quirúrgico para extirpar los ganglios linfáticos del abdomen. El médico puede llevar a cabo una DGLRP durante la orquiectomía o como segundo procedimiento. Con frecuencia, esto se puede realizar por laparoscopía o con la asistencia de un robot.
Cirugía de preservación nerviosa
El médico puede utilizar técnicas de preservación nerviosa para evitar que se dañen los nervios delicados que rodean los ganglios linfáticos abdominales. Preservar estos nervios lo ayudará a mantener el normal funcionamiento sexual y la eyaculación después de la cirugía.
Cirugía reconstructiva
Usted puede decidir si desea someterse a una cirugía reconstructiva a fin de que el escroto se vea y se sienta más normal después de una orquiectomía. El médico le implantará un testículo protésico en el escroto. Este procedimiento suele realizarse durante la orquiectomía.
Otras terapias
El médico también puede recomendarle cualquiera de los siguientes tratamientos:

Radioterapia
En la radioterapia, se usan ondas de rayos de gran energía producidas por un aparato para destruir las células cancerosas. El médico suele prescribir radioterapia para tratar los seminomas, ya que son muy sensibles a la radiación. Los no seminomas son más resistentes a la radioterapia, y suelen tratarse con cirugía y quimioterapia.
Quimioterapia
La quimioterapia hace referencia al uso de medicamentos para localizar las células de rápido crecimiento con el fin de destruir las células cancerosas. Medicamentos de quimioterapia pueden ser administrados por medio de la vena (vía intravenosa) o por la boca (vía oral). Los médicos suelen prescribir quimioterapia para combatir el cáncer de testículo avanzado que se ha diseminado a otros órganos o la utilizan junto con la cirugía para destruir cualquier célula cancerosa que haya quedado. También suelen tratar el cáncer de testículo con quimioterapia de dosis densa, en la que se administran dosis más altas con más frecuencia a fin de que las células cancerosas tengan menos tiempo para recuperarse.
Las combinaciones de quimioterapia más utilizadas para el cáncer testicular son:
BEP: Blenoxane® (bleomicina), Etopophos® o Vepesid® (etopósido) y Platinol® (cisplatino).
EP: Etopophos® o Vepesid® (etopósido) y Platinol® (cisplatino).

Supervisión activa
La supervisión activa o la espera cautelosa pueden ser opciones para algunos tipos de cáncer de testículo en estadio I, en los que los marcadores tumorales vuelven a los niveles normales después de la cirugía que se realiza para extirpar el testículo. La supervisión activa implica controlar el cáncer de cerca con exámenes físicos, pruebas de marcadores tumorales y tomografías computarizadas para verificar si el cáncer regresa. La realización de pruebas suele ser más frecuente en los casos de no seminomas, ya que son una forma más agresiva de cáncer de testículo. Si cualquiera de estas pruebas indica una posible recidiva, el médico le recomendará un tratamiento más activo.
Trasplante de células madre
Este tratamiento se usa para pacientes cuyo cáncer ha regresado o no respondió a la quimioterapia previa. Se utilizan altas dosis de quimioterapia para destruir tanto las células normales como las células cancerosas, por lo que el médico recogerá las células madre de su sangre antes del tratamiento. Después del tratamiento, el médico le devolverá las células madre sanas para ayudar a que su organismo genere células sanguíneas nuevas y sanas.


Estudios clínicos
Los estudios clínicos permiten que los pacientes prueben un tratamiento nuevo antes de que esté disponible para el público en general. En algunos casos, puede tratarse de un medicamento nuevo que no se ha utilizado antes en seres humanos; o bien, puede tratarse de un medicamento o una combinación de medicamentos que no se utilizan actualmente para un tipo específico de cáncer. En general, los estudios clínicos en fase temprana se utilizan para probar los efectos secundarios de un medicamento o una combinación de medicamentos; mientras que los estudios clínicos en fase posterior se utilizan para determinar la eficacia de un tratamiento nuevo para un determinado tipo de cáncer. Los estudios clínicos permiten a médicos e investigadores mejorar el tratamiento de los tipos de cáncer con terapias posiblemente más efectivas. Un estudio clínico puede dar lugar a un medicamento nuevo e innovador; o bien, puede no tener efecto alguno. Es importante que hable con el médico acerca de las ventajas y desventajas de los estudios clínicos para su situación en particular.