Diagnóstico
Si usted presenta síntomas de cáncer de riñón, el médico le realizará un examen físico y le hará algunas preguntas sobre los antecedentes médicos para determinar la causa de esos síntomas. Si el médico piensa que usted tiene cáncer de riñón, le pedirá pruebas adicionales para diagnosticar la enfermedad.

Análisis de orina
El médico tomará una muestra de orina y la enviará a analizar para detectar la presencia de restos de sangre. Aproximadamente el 50 % de todas las personas que tienen cáncer de riñón presentan restos de sangre en la orina. Si el resultado del análisis de detección de restos de sangre es positivo, el médico le pedirá otras pruebas.

Hemograma completo
Con esta prueba, se miden los niveles de las diferentes células en la sangre. Las personas que tienen cáncer de riñón pueden presentar niveles anormales de glóbulos rojos, glóbulos blancos y/o plaquetas.
Análisis bioquímico de sangre
Con esta prueba, se miden los niveles de diferentes sustancias en la sangre, como creatinina, calcio, nitrógeno ureico en la sangre y proteínas. Estos valores proporcionan información importante sobre la función de los riñones y otros órganos. Por ejemplo, los niveles altos de BUN y creatinina pueden indicar disfunción renal, mientras que los niveles altos de calcio pueden indicar metástasis ósea o estar asociados con cáncer de riñón.

Ecografía
Los ultrasonidos emiten ondas de sonido que rebotan en los tejidos del cuerpo para obtener una imagen de una parte del cuerpo. Si se emite esta prueba, su médico moverá un dispositivo de ultrasonido sobre su abdomen y lo usará para detectar cualquier tumor o área anormal en los riñones.
Tomografía computarizada
Las tomografías computarizadas (TC) constituyen una de las pruebas de diagnóstico más útiles para detectar el cáncer de riñón. Una TC puede mostrar la ubicación, el tamaño y la forma exactos de un tumor en los riñones, y también puede mostrar cáncer en los ganglios linfáticos y en el abdomen. Para una TC, usted debe recostarse boca arriba en una mesa mientras un aparato gira alrededor de su cuerpo y toma imágenes transversales detalladas.
Resonancia magnética
En la resonancia magnética (RM) se utilizan ondas de radio y un imán potente para producir imágenes detalladas del cuerpo. El organismo absorbe las ondas de radio, que se liberan siguiendo un patrón determinado que es interpretado por una computadora para mostrar cortes del cuerpo humano. Una RM puede producir imágenes detalladas de las vías urinarias y los ganglios linfáticos, y puede revelar la presencia de cáncer en los riñones.
Pielograma intravenoso
Un pielograma intravenoso (PIV) consiste en una serie de radiografías tomada después de que el médico inyecta un colorante especial. El colorante se transporta por los riñones, los uréteres y la vejiga, y puede contribuir con la detección de tumores y otras anomalías en la pelvis renal. Esta prueba prácticamente ya no se utiliza para diagnosticar el cáncer de riñón.
Biopsia
Los médicos no suelen realizar biopsias para diagnosticar el cáncer de riñón. Las pruebas de diagnóstico por imágenes normalmente muestran detalles suficientes que permiten diagnosticar la enfermedad con precisión. Si las pruebas de diagnóstico por imágenes no son concluyentes, el médico puede realizar una biopsia por aspiración con aguja fina o por punción con aguja gruesa. En ambos procedimientos, el médico utiliza una tomografía o una resonancia magnética para guiar la aguja a los riñones y extraer una muestra de tejido. El médico le envía esta muestra a un patólogo, quien la examinará al microscopio y realizará un diagnóstico.