Diagnóstico
Si usted tiene alguno de los síntomas de cáncer de intestino delgado, el médico anotará todos sus antecedentes médicos y le realizará un examen físico para buscar algún síntoma que pueda ser causado por un tumor en los intestinos. Es posible que el médico le recomiende algunos de los siguientes procedimientos o pruebas:

Análisis de sangre
El médico puede indicarle un hemograma completo para medir los niveles de las células en la sangre. Un tumor en el intestino delgado puede provocar sangrado en los intestinos, lo cual, a su vez, puede producir anemia (número bajo de glóbulos rojos). El médico también puede prescribir un análisis bioquímico de sangre para controlar la función de diferentes órganos (como el hígado) que pueda verse afectada por un cáncer de intestino delgado.
Esofagografía con contraste de bario y seguimiento del intestino delgado
Para esta prueba, el paciente bebe un líquido blanco y lechoso llamado "bario" y se somete a una serie de radiografías. El bario cubre la parte interna de los intestinos y los delinea claramente en las radiografías, lo cual permite que el médico identifique fácilmente cualquier anomalía.
Endoscopía superior
Para este procedimiento, el médico utiliza un endoscopio, un tubo delgado y flexible con una cámara y una luz en el extremo, para examinar el esófago, el estómago y la primera sección del intestino delgado (duodeno). El médico introduce un endoscopio por la nariz o la boca del paciente y lo guía a través del tubo digestivo en dirección al intestino delgado. El endoscopio también puede usarse para extraer muestras de cualquier tejido sospechoso.
Endoscopía con cápsula
Para este procedimiento, el paciente ingiere una cápsula pequeña con una cámara y una luz. A medida que la cápsula recorre el intestino delgado, toma imágenes y las envía a un dispositivo. El médico luego puede descargar las imágenes del dispositivo y examinarlas en busca de signos de cáncer. Más tarde, la cápsula sale del cuerpo durante la deposición.
Endoscopía de doble globo
Este procedimiento permite que el médico vea el intestino delgado a través de un endoscopio especial con dos tubos, uno dentro de otro. El médico pasa el primer tubo (interno) por el intestino delgado. Luego, el médico infla un globo para que el primer tubo se mantenga en su lugar mientras pasa el segundo tubo por el intestino delgado. El médico repite este proceso muchas veces, hasta examinar aproximadamente 30 cm de intestino por vez. La ventaja de este procedimiento frente a la endoscopía con cápsula es que le permite al médico tomar una muestra para biopsia de cualquier tejido sospechoso que encuentre.

Tomografía computarizada
Para una tomografía computarizada (TC), el paciente se recuesta boca arriba en una mesa mientras un aparato gira alrededor de su cuerpo y toma imágenes. El aparato produce imágenes transversales detalladas del cuerpo, lo cual le permite al médico estudiar áreas específicas. El médico puede recomendar una TC para detectar si hay algún bloqueo o alguna obstrucción que provoca el dolor abdominal. Una TC ayuda a determinar el estadio de la enfermedad.

Resonancia magnética
En la resonancia magnética (RM) se utilizan ondas de radio y un imán potente para crear imágenes claras y detalladas del cuerpo. El organismo absorbe las ondas de radio, que se liberan siguiendo un patrón determinado que es interpretado por una computadora para mostrar cortes del cuerpo humano. Los médicos emplean la RM en los casos de cáncer de intestino delgado para obtener una mejor visualización del hígado.

Biopsia
Si alguna de estas pruebas de diagnóstico indica que hay cáncer, el médico le realizará una biopsia para estar seguro. El médico le extraerá una muestra de tejido para que un patólogo la analice al microscopio y determine si contiene células cancerosas. La biopsia constituye la única manera de comprobar un diagnóstico de cáncer. Puede realizarse durante una endoscopía o a través de una intervención quirúrgica si no es posible llegar hasta el tumor con un endoscopio.