¿Qué es un tumor hipofisario?
Los tumores hipofisarios son tumores que comienzan en la glándula hipofisaria, que es una glándula pequeña del tamaño de un guisante que se encuentra en la base del cerebro. La glándula hipofisaria produce hormonas que controlan muchas funciones corporales, incluidos los niveles de hormonas producidas por otras glándulas del cuerpo. Los tumores hipofisarios, también conocidos como adenomas hipofisarios (recientemente denominados tumores neuroendocrinos hipofisarios), son casi siempre benignos; sin embargo, estos tumores aún pueden causar problemas médicos graves. Los tumores hipofisarios pueden crecer e inhibir la función normal de la glándula hipofisaria o presionar estructuras cercanas, como el nervio óptico, lo que provoca la pérdida de la visión. Los tumores hipofisarios también pueden producir cantidades excesivas de ciertas hormonas que regulan múltiples funciones corporales. Esto puede causar problemas médicos específicos y cambios físicos. Los tumores hipofisarios a menudo se dividen en dos categorías: funcionales y no funcionales.
Tumores hipofisarios funcionantes
Los tumores hipofisarios funcionantes producen determinadas hormonas en exceso. En este tipo de tumores, estos niveles altos de hormonas son responsables de los síntomas de la enfermedad. A continuación, se mencionan algunas de las hormonas que los tumores hipofisarios pueden afectar.
- Prolactina: la prolactina es la hormona que permite la producción de leche materna en la mujer. Los tumores hipofisarios que dan lugar a la producción excesiva de prolactina se denominan "prolactinomas" y son los tumores hipofisarios más frecuentes. Los tumores hipofisarios que provocan la superproducción de prolactina podrían causar una afección conocida como galactorrea (secreción de leche por los pechos) o podrían afectar la función sexual (hipogonadismo).
- Hormona del crecimiento: la hormona del crecimiento es una hormona que permite controlar el crecimiento de las partes del cuerpo y la energía metabólica. Los tumores hipofisarios que causan la producción excesiva de la hormona del crecimiento dan lugar a una afección llamada "acromegalia".
- Hormona adrenocorticotropa: la hormona adrenocorticotropa (adrenocorticotropic hormone, ACTH) controla la producción de cortisol a cargo de las glándulas suprarrenales. El cortisol se conoce habitualmente como la "hormona del estrés" porque suele producirse en respuesta al estrés. Los tumores hipofisarios que producen demasiada ACTH provocan la enfermedad de Cushing.
- Tirotropina: la tirotropina (thyroid-stimulating hormone, TSH) controla la producción de hormonas por parte de la glándula tiroidea. Si los niveles de la TSH son elevados, es posible que la glándula tiroidea produzca hormonas en exceso, lo cual puede provocar hipertiroidismo. Los tumores hipofisarios que producen demasiada TSH son muy poco frecuentes.
- Gonadotropinas: las gonadotropinas son la hormona luteinizante (luteinizing hormone, LH) y la folitropina (follicle stimulating hormone, FSH). Estas hormonas controlan la función ovárica en las mujeres y la función testicular en los hombres. Por lo general, los tumores hipofisarios que producen una cantidad excesiva de estas hormonas son asintomáticos desde el punto de vista clínico y suelen clasificarse clínicamente como tumores no funcionantes.
Tumores hipofisarios no funcionantes
Los tumores hipofisarios no funcionantes no estimulan la producción excesiva de hormonas, lo cual da lugar a una presentación clínica única, como se resumió anteriormente. Sin embargo, estos tumores pueden interferir en la producción normal de hormonas por parte de la hipófisis o alcanzar un gran tamaño y ejercer presión sobre estructuras cercanas, como el nervio óptico, y dar lugar a síntomas como trastorno visual. Estos tumores son el segundo tipo más frecuente de tumor hipofisario, después de los prolactinomas.
Carcinomas hipofisarios
Los tumores hipofisarios malignos son muy poco frecuentes, pero pueden presentarse en algunos casos. La mayoría de los carcinomas hipofisarios producen cantidades excesivas de prolactina o ACTH. Estos tumores también pueden invadir estructuras cercanas y diseminarse al sistema nervioso central o a otras partes del organismo.