Insulina y glucosa

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¿Qué es la diabetes de tipo 2?

La diabetes de tipo 2 es una enfermedad crónica en la que las células del organismo se vuelven resistentes a la insulina. Para entender lo que esto significa, es importante conocer las funciones de la glucosa y de las hormonas llamadas "insulina" y "glucagón".

La glucosa, un tipo de azúcar importante para el organismo, se absorbe con los alimentos que ingerimos y se transporta a las células del organismo, donde se utiliza como fuente de energía. La glucosa constituye la fuente primordial de energía que todas las células de nuestro organismo necesitan. La insulina y el glucagón son dos hormonas que regulan este proceso y permiten mantener niveles estables de glucosa en la sangre.

Cuando comemos, los intestinos normalmente absorben la glucosa de los alimentos y esta glucosa ingresa al torrente circulatorio. En respuesta a este aumento del nivel de glucosa en la sangre, el páncreas secreta una hormona llamada "insulina". La insulina se une a receptores de las células del organismo, lo cual básicamente abre la "puerta" de las células para que la glucosa pueda ingresar desde el torrente circulatorio para ser utilizada como energía.



Células normales y células de la diabetes

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Cuando el nivel de glucemia es bajo, por ejemplo, cuando una persona duerme o durante el período entre comidas, el páncreas secreta una hormona llamada "glucagón". A raíz del glucagón, la glucosa se almacena en el hígado para ser liberada en el torrente circulatorio y, además, el hígado produce más glucosa.

En la diabetes de tipo 2, dado el exceso de glucosa en la sangre, el páncreas se ve forzado a producir una gran cantidad de insulina. Como cualquier músculo que se fatiga con el ejercicio excesivo durante un período de tiempo determinado, el páncreas no puede seguir secretando grandes cantidades de insulina. En consecuencia, la glucosa no puede ingresar en las células y utilizarse como energía, y permanece en el torrente circulatorio. Este proceso conduce a un exceso de glucosa en el torrente circulatorio (hiperglucemia). Debido a que una cantidad menor de glucosa ingresa en las células, el organismo piensa que necesita más glucosa para obtener energía y el páncreas secreta glucagón. Debido al glucagón, se produce y se libera una cantidad mayor de glucosa en el torrente circulatorio, lo que aumenta aún más los niveles de glucemia. Esta hiperglucemia provoca los síntomas de la diabetes que incluyen sed y micción excesiva y, con el tiempo, puede dañar los órganos y originar más complicaciones.