Tratamiento
El tratamiento de la hepatitis viral varía, dependiendo de si la infección es aguda o crónica. En muchos casos, el sistema inmunitario puede combatir el virus y eliminar la enfermedad por sí mismo.
Modo en el que el organismo combate el virus:
El sistema inmunitario combate las infecciones (incluso las infecciones virales) de diversas maneras. Una de las principales defensas del cuerpo consiste en producir anticuerpos, que atacan solamente al virus específico que está presente en el organismo:

Hepatitis aguda
Para tratar la hepatitis aguda, los médicos generalmente recomiendan dormir una cantidad adecuada de horas, así como consumir una cantidad adecuada de líquidos y alimentos, para que el organismo combata el virus por sí mismo. El médico también puede recomendarle que reciba asistencia complementaria para aliviar los síntomas, como las náuseas, los vómitos y el dolor abdominal. La asistencia complementaria consiste en el tratamiento para aliviar los síntomas, reducir los efectos secundarios y mejorar la calidad de vida. El paciente también debe evitar el consumo de alcohol y medicamentos como el paracetamol, que pueden dañar el hígado. En ocasiones, es posible que los pacientes con síntomas graves deban ser hospitalizados para recibir líquidos por vía intravenosa que prevengan la deshidratación. La hepatitis B aguda se elimina por sí misma en alrededor del 90 % de pacientes adultos inmunocompetentes. La hepatitis C aguda se elimina por sí misma en alrededor del 25 % de las personas, pero la mayoría padece infecciones crónicas.

Hepatitis crónica
Para tratar las hepatitis B y C crónicas, los médicos generalmente recomiendan medicamentos antivirales para erradicar el virus. Estos normalmente incluyen tratamientos antivirales de acción directa. Estos medicamentos también ayudan a prevenir o retrasar el daño hepático. Los pacientes que tienen hepatitis viral crónica deben ser controlados regularmente para detectar un posible daño hepático y deben evitar el consumo de alcohol, cigarrillos, medicamentos y suplementos que puedan dañar el hígado. Hable con el médico, ya que el tratamiento de la hepatitis crónica depende de varios factores. El tratamiento antiviral de una infección crónica por el virus de la hepatitis B tiene como propósito lograr la supresión viral, ya que el virus no puede erradicarse. No obstante, existen en el presente tratamientos y combinaciones antivirales de acción directa por vía oral para la infección crónica por el virus de la hepatitis C que presentan tasas altas de curación (más del 90 %) y muy pocos efectos secundarios.