Síntomas y complicaciones

Los síntomas de la EPOC dependen de la gravedad de la enfermedad. Los casos leves de la EPOC pueden causar muy pocos síntomas. A medida que la enfermedad avanza y sigue dañando los pulmones, los síntomas pueden tornarse más graves. A raíz del daño pulmonar, el organismo presenta dificultades para obtener el oxígeno que necesita, lo que provoca muchos de los síntomas. A continuación, se detallan los síntomas más frecuentes de la EPOC:

Falta de aire (disnea)
Falta de aire (disnea)
Falta de aire (disnea)

El daño pulmonar causa dificultad para respirar o recuperar el aliento. En los casos leves a moderados, esta falta de aire puede aparecer al hacer esfuerzo físico o actividades extenuantes. En los caso graves de EPOC, la falta de aire puede aparecer durante las actividades diarias y habituales, y generalmente se agrava al hacer un esfuerzo físico o las tensiones externas (tiempo frío).

Tos crónica con mucosidad
Tos crónica con mucosidad

La bronquitis crónica inflama e irrita el revestimiento de las vías respiratorias, lo que puede conducir a una tos crónica con moco.

Sibilancias
Sibilancias

Una especie de silbido provocado por el aire que pasa por vías las respiratorias estrechadas y obstruidas por la mucosidad.

Resfriados e infecciones respiratorias frecuentes

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Resfriados e infecciones respiratorias frecuentes

El exceso de mucosidad en las vías respiratorias puede aumentar el riesgo de contraer infecciones, como la neumonía o la gripe. Estas infecciones pueden ser más difíciles de curar y aumentan el riesgo de que se produzca una exacerbación.

La EPOC es una afección progresiva que se agrava con el tiempo, a medida que se dañan los pulmones. A medida que la enfermedad avanza, los síntomas pueden agravarse y pueden presentarse otros nuevos, que se describen a continuación.

Cansancio
Cansancio

La falta de oxígeno puede producir cansancio y falta de energía.

Dolor de cabeza matutino
Dolor de cabeza matutino

A raíz del daño pulmonar, puede acumularse demasiado dióxido de carbono en la sangre durante las horas de sueño, lo que provoca dolor de cabeza matutino.

Labios y uñas azulados
Labios y uñas azulados

Cuando el organismo no recibe el oxígeno suficiente, la sangre puede tornarse de roja a azul. Los labios y las uñas azulados son un signo de que no hay suficiente oxígeno en la sangre.

 Inflamación de los pies y las piernas
Inflamación de los pies y las piernas

La inflamación de las extremidades inferiores puede ser un signo de insuficiencia cardíaca. Cuando se dañan los pulmones, el corazón debe esforzarse más para satisfacer la necesidad de oxígeno del organismo. Con el tiempo, esto puede dañar el corazón y provocar la acumulación de sangre en las extremidades.

Tórax en tonel
Tórax en tonel

Con el tiempo, como los alvéolos se destruyen, el aire puede quedar atrapado en los pulmones, por lo que estos necesitan tomar más aire para satisfacer la necesidad de oxígeno del organismo. Como resultado, es posible que la caja torácica se agrande; esta afección se denomina "tórax en tonel".

Pérdida de peso
Pérdida de peso

Cuando los pulmones no funcionan correctamente, el organismo debe esforzarse más para respirar y quemar más calorías.

Hipoxia

La hipoxia se produce cuando el cuerpo no recibe suficiente oxígeno. Con el tiempo, la hipoxia puede conducir a complicaciones más graves, como hipertensión arterial, hipertensión pulmonar, ritmos cardíacos anormales e insuficiencia cardíaca.

Exacerbación de la EPOC

La exacerbación de la EPOC hace referencia a un recrudecimiento repentino de los síntomas. Durante la exacerbación de la EPOC, se dificulta la respiración y los síntomas empeoran. La exacerbación de la EPOC puede producirse como respuesta a una infección o irritación. A raíz de esto, la enfermedad puede avanzar con mayor rapidez; y el paciente puede requerir medicamentos adicionales, oxígeno complementario u hospitalización, incluida la admisión a una UCI, en los casos más graves.