Los pulmones
Los pulmones son dos órganos que se encuentran en el tórax, donde se absorbe el oxígeno en el torrente circulatorio y se elimina el dióxido de carbono. El aire que respiramos atraviesa la tráquea e ingresa por dos tubos llamados "bronquios", que conducen a los pulmones izquierdo y derecho. Dentro de los pulmones, los bronquios se ramifican en muchos tubos más pequeños llamados "bronquiolos". Estos bronquiolos conducen a estructuras llamadas "alvéolos", que son pequeños sacos de aire, donde se absorbe el oxígeno en la sangre y se elimina el dióxido de carbono. Cuando inspiramos, los alvéolos se inflan como globos y el oxígeno atraviesa las paredes delgadas y se dirige a los capilares (pequeños vasos sanguíneos). Al mismo tiempo, el dióxido de carbono pasa del torrente circulatorio a los pulmones para ser exhalado. Luego, la sangre rica en oxígeno se desplaza hacia el lado izquierdo del corazón para ser bombeada al resto del organismo.
¿Qué es la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC)?
La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) es una afección progresiva y a largo plazo, que daña los pulmones y dificulta la respiración. El daño causado por la EPOC es irreversible y se agrava con el tiempo. La EPOC está compuesta por dos enfermedades distintas: la bronquitis crónica y el enfisema pulmonar. Las personas que padecen EPOC pueden presentar bronquitis crónica, enfisema pulmonar o ambas afecciones.
- Bronquitis crónica: la bronquitis crónica es una enfermedad caracterizada por el engrosamiento, la irritación y la inflamación del revestimiento de los bronquios y los bronquiolos. Esta irritación puede provocar la formación de una mucosidad espesa en las vías respiratorias, lo que hace difícil respirar, ya menudo causa una tos preocupante.
- Enfisema pulmonar: el enfisema pulmonar es una enfermedad caracterizada por el daño y la destrucción de las paredes de los alvéolos (sacos de aire en los pulmones). Los alvéolos son responsables de la absorción del oxígeno en la sangre y la eliminación del dióxido de carbono. El daño de estas estructuras puede impedir que el organismo obtenga el oxígeno suficiente, particularmente en momentos de extrema actividad.