Diagnóstico
En muchas oportunidades, la EPOC no se diagnostica hasta que alcanza un estadio avanzado con síntomas evidentes. Si usted tiene algún síntoma de EPOC, acuda inmediatamente al médico. El médico le realizará un examen físico y le preguntará sobre los síntomas y los posibles factores de riesgo, como el tabaquismo y la exposición en el lugar de trabajo. Le realizará un examen físico y escuchará las sibilancias con un estetoscopio. Es posible que le recomiende las siguientes pruebas para diagnosticar la EPOC:
Prueba funcional respiratoria o espirometría
En este procedimiento, el paciente sopla aire dentro de una máquina, que mide la cantidad de aire que pueden retener los pulmones y la rapidez con la que pueden exhalarlo. Mediante esta prueba, se puede diagnosticar la EPOC e incluso detectarla antes de que se presenten síntomas.

Radiografía de tórax
En una radiografía de tórax, se utilizan ondas electromagnéticas para crear imágenes del interior del cuerpo. Mediante la radiografía de tórax por sí sola, no es posible diagnosticar la EPOC, pero puede mostrar signos de EPOC y ayudar al médico a confirmar el diagnóstico.
Tomografía computarizada
Para una tomografía computarizada (TC), el paciente se recuesta boca arriba en una mesa mientras un aparato gira alrededor de su cuerpo y toma imágenes, lo que permite obtener imágenes transversales detalladas del cuerpo. Mediante la TC por sí sola, no es posible diagnosticar la EPOC, pero puede mostrar signos de EPOC y ayudar al médico a confirmar el diagnóstico.

Prueba de gases en sangre arterial
Una prueba de gases en sangre arterial mide los niveles de oxígeno y dióxido de carbono en una muestra de sangre extraída de una arteria. Una prueba de gases en sangre puede mostrar si hay un nivel normal o empobrecido de oxígeno en la sangre, y puede indicar el grado de gravedad de la EPOC. Esta prueba mide la eficiencia con la que puede trasladarse el oxígeno a la sangre y la eficiencia con la que puede eliminarse el dióxido de carbono.