Tratamiento
El tratamiento del tumor de Wilms depende de la histología y el estadio de la enfermedad, y puede consistir en cirugía, quimioterapia y, tal vez, radioterapia. Una cirugía para extirpar el tumor suele ser el primer tratamiento del tumor de Wilms. El médico puede administrar quimioterapia o radioterapia para reducir los tumores antes de una cirugía (terapia neoadyuvante) o para destruir cualquier célula cancerosa que pueda haber quedado después de una cirugía (terapia adyuvante). A continuación, se detallan algunos de los procedimientos que se utilizan con más frecuencia para tratar el cáncer de riñón:
Cirugía
La nefrectomía, una cirugía para extirpar todo el riñón o parte de este, es el tratamiento principal para los tumores de Wilms. El cirujano tratará de extirpar todo el tumor de una sola vez para evitar la diseminación de células cancerosas en el abdomen.
Nefrectomía radical
Los médicos generalmente recomiendan una nefrectomía radical en el caso de niños que tienen tumores en un solo riñón. El cirujano extirpa todo el riñón, el tejido adiposo circundante, el uréter, la glándula suprarrenal y los ganglios linfáticos cercanos. La mayoría de los niños pueden vivir con un solo riñón.
Nefrectomía parcial
En este procedimiento, el cirujano extirpa solo la parte cancerosa del riñón y un margen del tejido sano que la rodea. Si el tumor de Wilms se encuentra en los dos riñones, el médico intentará extirpar solo el cáncer y preservar la mayor cantidad de tejido sano que sea posible. El médico puede realizar una nefrectomía radical y una nefrectomía parcial, o dos nefrectomías parciales. Si los dos riñones son extirpados, el niño necesitará diálisis o un trasplante de riñón.
Tratamientos adicionales

Quimioterapia
La quimioterapia hace referencia al uso de medicamentos para localizar las células de rápido crecimiento con el fin de destruir las células cancerosas. Es un tratamiento habitual para el tumor de Wilms y casi siempre se administra para tratar la enfermedad. Puede administrarse para reducir el tumor antes de una cirugía (terapia neoadyuvante) o para destruir cualquier célula cancerosa que pueda haber quedado después de una cirugía (terapia adyuvante). La pauta de quimioterapia específica depende de la histología y el estadio de la enfermedad. La quimioterapia puede infundirse por vena o administrarse a través de un dispositivo de acceso venoso.

Radioterapia
En la radioterapia, se usan rayos de gran energía para localizar y destruir las células cancerosas. La radioterapia en general solo se utiliza para casos más avanzados de tumores de Wilms. En estos casos, puede combinarse con quimioterapia y administrarse para eliminar todas las células cancerosas que hayan quedado después de la cirugía.La radioterapia externa usa una máquina fuera del cuerpo para enviar radiación hacia el cáncer. La radioterapia interna utiliza una sustancia radiactiva sellada en agujas, semillas, cables o catéteres que se colocan directamente en el cáncer o cerca de él. La radioterapia conformada tridimensional (3D-CRT) utiliza imágenes de TC para trazar un mapa o "simular" el tumor y los tejidos normales, de modo que algunos haces de rayos X puedan moldearse para adaptarse al tumor. La radioterapia de intensidad modulada (IMRT) también se puede ofrecer como un tipo de radioterapia. Este tratamiento está diseñado con precisión para adaptarse a los contornos/forma del tumor para lograr la máxima eficacia.


Estudios clínicos
Los estudios clínicos permiten que los pacientes prueben un tratamiento nuevo antes de que esté disponible para el público en general. En algunos casos, puede tratarse de un medicamento nuevo que no se ha utilizado antes en seres humanos; o bien, puede tratarse de un medicamento o una combinación de medicamentos que no se utilizan actualmente para un tipo específico de cáncer. En general, los estudios clínicos en fase temprana se utilizan para probar los efectos secundarios de un medicamento o una combinación de medicamentos; mientras que los estudios clínicos en fase posterior se utilizan para determinar la eficacia de un tratamiento nuevo para un determinado tipo de cáncer. Los estudios clínicos permiten a médicos e investigadores mejorar el tratamiento de los tipos de cáncer con terapias posiblemente más efectivas. Un estudio clínico puede dar lugar a un medicamento nuevo e innovador; o bien, puede no tener efecto alguno. Es importante que hable con el médico acerca de las ventajas y desventajas de los estudios clínicos para su situación en particular. Se está estudiando la terapia dirigida para el tratamiento de los tumores renales infantiles que han recidivado (vuelto).