Tratamiento de la leucemia aguda en niños
El tratamiento de la leucemia infantil difiere levemente entre LLA y LMA, pero el tratamiento para ambas incluirá quimioterapia para matar las células anormales (blastos) en la sangre y la médula ósea.

Quimioterapia
La quimioterapia consiste en el uso de medicamentos dirigidos a las células de rápido crecimiento para destruir las células cancerosas. Los médicos suelen administrar una combinación de diferentes fármacos quimioterapéuticos para tratar la leucemia durante la fase de inducción. En la fase de consolidación, el paciente puede recibir una combinación diferente de fármacos quimioterapéuticos o dosis altas de quimioterapia combinada con un trasplante de células madre. El médico también puede recomendar una terapia profiláctica del SNC mediante quimioterapia intratecal (quimioterapia inyectada en el líquido cefalorraquídeo). El médico inyectará los fármacos quimioterapéuticos en la cámara de líquido que rodea el cerebro y la médula espinal para evitar que el cáncer se propague al sistema nervioso. Durante la etapa de mantenimiento, es posible que el paciente reciba medicamentos con inyecciones o por vía oral.
Etapas de Tratamiento
El tratamiento de la leucemia infantil suele dividirse en tres fases: inducción, consolidación y mantenimiento. La duración total de estas tres fases suele ser de dos a tres años para la LLA. Es importante iniciar el tratamiento lo antes posible después del diagnóstico porque la leucemia infantil avanza con mucha rapidez.
- Inducción – la inducción es la primera etapa del tratamiento, y la más intensa, de la leucemia infantil. El médico utiliza quimioterapia para destruir las células blásticas en la sangre del paciente y reducir el número de blastos a un nivel casi indetectable. La inducción tiene como objetivo llevar el cáncer a la etapa de remisión. leukemia En el pasado, la remisión significaba que no se detectaban células de leucemia en la médula ósea por medio de un análisis con microscopio y que los recuentos sanguíneos eran normales; sin embargo, aún era posible que existan algunas células de leucemia en el cuerpo. Los nuevos métodos para detectar células de leucemia están cambiando la definición de remisión.
- Consolidación – la consolidación es la segunda etapa del tratamiento de la leucemia infantil. Después de que el cáncer entró en remisión, el médico intentará destruir toda cantidad reducida de células cancerosas restantes en el organismo que podría provocar una recaída con el tiempo. Durante esta etapa, el médico puede recomendar una terapia santuario del sistema nervioso central con el fin de eliminar las células cancerosas restantes en el cerebro, la médula espinal o el líquido cefalorraquídeo.
- Mantenimiento – El mantenimiento es la tercera fase del tratamiento de la leucemia infantil. La fase de mantenimiento consiste en dosis más bajas de quimioterapia administradas durante períodos más prolongados para garantizar que no queden células leucémicas en la sangre. En mantenimiento pueden ir a la escuela y tener una vida normal. Sólo un subtipo de AML (leucemia promielocítica aguda (APL)) requiere quimioterapia de mantenimiento.
El médico puede recomendar la terapia santuario del SNC durante las fases del tratamiento para eliminar cualquier célula cancerosa restante en el cerebro, la médula espinal o el líquido cefalorraquídeo. El sistema nervioso central se denomina zona santuario porque ciertas quimioterapias tienen dificultad para acceder a él.
El médico también puede recomendar algunas de las siguientes terapias en determinadas situaciones para tratar la leucemia infantil:

Radioterapia
En la radioterapia, se usan rayos de gran energía para localizar y destruir las células cancerosas. La radioterapia no se utiliza comúnmente como tratamiento principal de la leucemia infantil. La radiación se puede utilizar para tratar la leucemia del sistema nervioso central dirigiendo la radiación al cerebro y, a veces, a la médula espinal. El médico también puede recomendar un tratamiento con radiación para todo el organismo como parte de un trasplante de células madre.
Trasplante de células madre
Primero se destruye la médula ósea del paciente utilizando altas dosis de quimioterapia con o sin radiación corporal total. Estas dosis altas destruyen las células normales de la sangre y la médula ósea, así como las células cancerosas. Después de la quimioterapia y la radiación, el paciente recibe de células madre que forman la sangre de un donante y que permiten al organismo genere nuevas células sanguíneas sanas. El trasplante de células madre repone las células madre que estos tratamientos destruyen, lo cual permite que los pacientes reciban dosis altas de quimioterapia y radiación para tratar el cáncer. Presiona aqui para ver la introducción a tratamiento de celulas T con RAQ.
Terapia dirigida
En algunos casos de ALL y AML, los cambios cromosómicos o genéticos pueden hacer que la médula ósea produzca demasiada tirosina quinasa, una enzima que estimula el crecimiento de las células cancerosas. Los inhibidores de la tirosina quinasa son una forma de terapia dirigida que previene que ocurra este proceso. Otros cambios cromosómicos pueden provocar cambios en un receptor de las células leucémicas. La terapia dirigida es uno de los tratamientos principales para ciertos subtipos de ALL y AML. Se usa con mayor frecuencia para ALL y se administra junto con el tratamiento de la leucemia.

Inmunoterapia con CAR-T
Un abordaje de la inmunoterapia está siendo estudiado actualmente en ensayos clínicos y consiste en diseñar las propias células inmunológicas de un paciente a fin de reconocer y atacar sus tumores. Las células T son un tipo de célula inmunológica extraídas de la propia sangre del paciente. Una vez extraídas, las células T se modifican genéticamente para producir receptores especiales en su superficie llamados receptores de antígenos quiméricos (chimeric antigen receptors, CAR). Luego, estas células modificadas genéticamente se vuelven a infundir en el torrente sanguíneo del paciente. Después de la reinfusión, las células T se multiplican en el cuerpo del paciente y, con la guía de su receptor modificado, pueden reconocer y destruir las células cancerosas. Actualmente, la inmunoterapia CAR-T solo se usa para la LLA de células B (leucemia linfoblástica aguda).
Leucaféresis
Si el recuento de glóbulos blancos es muy alto, el médico puede recomendar este procedimiento para reducir la cantidad de células leucémicas en la sangre antes de que la quimioterapia tenga la oportunidad de comenzar a funcionar. El médico puede recomendar este procedimiento para reducir la cantidad de células leucémicas en la sangre antes de que el tratamiento de quimioterapia tenga la posibilidad de comenzar a funcionar. El médico pasará la sangre del paciente a través de una máquina que separa los glóbulos blancos, incluidas las células leucémicas, de otras células sanguíneas. Después de la eliminación de los glóbulos blancos, las células sanguíneas restantes y el plasma se devuelven al cuerpo. Esta es una solución a corto plazo que reduce temporalmente la cantidad de leucemia en la sangre mientras la quimioterapia surte efecto. Reducir el recuento de glóbulos blancos puede reducir los síntomas y el riesgo de complicaciones.


Estudios clínicos
Los estudios clínicos permiten que los pacientes prueben un tratamiento nuevo antes de que esté disponible para el público en general. En algunos casos, puede tratarse de un medicamento nuevo que no se ha utilizado antes en seres humanos; o bien, puede tratarse de un medicamento o una combinación de medicamentos que no se utilizan actualmente para un tipo específico de cáncer. En general, los estudios clínicos en fase temprana se utilizan para probar los efectos secundarios de un medicamento o una combinación de medicamentos; mientras que los estudios clínicos en fase posterior se utilizan para determinar la eficacia de un tratamiento nuevo para un determinado tipo de cáncer. Los estudios clínicos permiten a médicos e investigadores mejorar el tratamiento de los tipos de cáncer con terapias posiblemente más efectivas. Un estudio clínico puede dar lugar a un medicamento nuevo e innovador; o quizá no tenga un beneficio directo para el paciente. Es importante hablar con su médico sobre los pros y contras de los ensayos clínicos para su situación.