La radioterapia constituye una manera muy efectiva de destruir cualquier célula cancerosa que haya quedado después de la cirugía y puede reducir el riesgo de recidiva local (en la mama, en la pared torácica o en los ganglios linfáticos que drenan la mama) en aproximadamente un 70%.
Suele usarse, en cánceres de mama en estadios tempranos, para tratar la mama después de una tumorectomía así como también para tratar la pared torácica y los ganglios linfáticos que drenan la mama en los casos de cánceres de mama avanzados localmente tratados con mastectomía. También puede emplearse para tratar tumores mamarios que no puedan extirparse quirúrgicamente y para reducir tumores metastásicos que puedan interferir en el funcionamiento de los órganos.
La radioterapia es un tratamiento con rayos u otras partículas de gran energía que destruyen las células cancerosas. Estos haces radiactivos dañan el ADN de las células cancerosas y, por lo tanto, afectan su capacidad para dividirse y multiplicarse. Según numerosos estudios clínicos, la radioterapia mejora la supervivencia general de los pacientes apropiados para el tratamiento.
Hay dos maneras de administrar radioterapia: a través de radiación con haces externos (teleterapia) o de radioterapia interna (braquiterapia).
La radiación con haces externos es el tipo de radioterapia para tratar el cáncer de mama que se utiliza con mayor frecuencia. Se usan ondas de radiación de gran energía que produce una máquina llamada "acelerador lineal" a fin de localizar áreas en las que puedan permanecer células tumorales incluso después de haber recibido otros tratamientos. La radiación con haces externos proviene del otro lado de la sala, como ocurre con una radiografía de tórax. Usted no podrá sentirla y no estará radiactivo cuando se vaya.
En la radioterapia interna, se usan catéteres para enviar semillas radiactivas al organismo, que las requiere para localizar las células cancerosas. La braquirradioterapia suele utilizarse para la irradiación parcial acelerada de la mama (IPAM), que es un método para tratar el lecho y el margen del tumor después de la cirugía.
IORT implica una sola dosis de radioterapia que se administra inmediatamente después de una tumorectomía. IORT administra una sola dosis más alta de radiación directamente al área donde se extirpó el tumor. IORT está actualmente disponible para la mayoría de las mujeres que se someten a una tumorectomía para extirpar tumores de mama de menos de dos centímetros de tamaño.
Antes de someterse a la radioterapia, usted se reunirá con el oncólogo radiólogo, quien determinará el curso apropiado del tratamiento, la dosis y el mecanismo de suministro.
Antes de recibir radiación externa, usted atravesará un proceso de simulación en el que el oncólogo radiólogo usará una tomografía computada para determinar la ubicación exacta del tratamiento. Después de detectar la ubicación exacta, el radiólogo marcará la piel de ese lugar con una tinta especial o con pequeños tatuajes permanentes. Luego, el oncólogo radiólogo decidirá la dosis y el diseño de los campos del tratamiento.
Existen varios métodos para administrar radioterapia interna. Por lo general, para determinar si un dispositivo de braquiterapia puede tratar técnicamente lo que se necesita y para seleccionar el método interno adecuado, se le realizará un estudio de simulación preliminar, y el oncólogo analizará el tamaño y la forma del lecho del tumor que se encuentra en la mama. Si este procedimiento es viable, concurrirá a otra consulta para que le coloquen uno o más catéteres. Una vez que se coloque el catéter y que la posición esté confirmada, recibirá el tratamiento dos veces por día. Durante el tratamiento, el catéter que cuelga de la mama como una vía intravenosa se conecta a otros tubos. Las semillas radiactivas pasarán por estos tubos hasta la mama durante el tiempo adecuado y luego saldrán al contenedor donde se almacenan. No estará radiactivo cuando se vaya. Para evitar este catéter invasivo, algunos centros utilizan un tipo especial de radiación externa llamada radioterapia tridimensional conformada, terapia de protones o radioterapia de intensidad modulada para enviar IPAM.
La radiación con haces externos suele administrarse cinco días por semana durante tres a seis semanas, mientras que la radiación interna se administra dos veces por día durante una semana. Ambos tratamientos suelen realizarse de manera ambulatoria.
La radioterapia puede causar efectos secundarios tanto a corto plazo como crónicos. Los efectos secundarios dependen del área que se esté tratando, el tipo de radiación administrada, la dosis total y la diaria, además del estado general de la paciente. La mayoría de los efectos secundarios a corto plazo desaparecen entre los seis meses y los dos años posteriores al tratamiento. Entre ellos, pueden incluirse los siguientes:
Los efectos secundarios a largo plazo de la radioterapia pueden ser muy graves, pero también son muy poco frecuentes. Entre ellos, se incluyen los siguientes:
Durante la radioterapia para tratar el cáncer de mama, las mujeres deberían cumplir con lo siguiente: