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Cómo controlar los efectos secundarios de la radioterapia
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Cambios en la piel
La radioterapia puede provocar enrojecimiento, picazón, sequedad, llagas, hinchazón o sensibilidad en la piel del área tratada. La gravedad de los cambios en la piel depende de la dosis de radiación que reciba. La radiación en dosis altas daña y destruye las células de la piel. Estos cambios generalmente aparecen algunas semanas después de comenzar el tratamiento y desaparecen algunas semanas después de culminarlo. No obstante, es posible que tenga algunos cambios a largo plazo, como piel gruesa, seca, oscura y llena de manchas.
A continuación, se presentan algunos consejos útiles para mantener una piel sana durante la radioterapia:
- Trate su piel suavemente. Lávese con un jabón suave y agua tibia. No se frote, refriegue ni rasque la piel.
- Evite usar almohadillas de calor, compresas de hielo ni ningún otro objeto que sea muy caliente o muy frío sobre la piel del área tratada.
- Use solo los productos para la piel que le recomendó el médico durante el tratamiento. Muchas lociones y cremas de venta libre pueden interferir en el tratamiento.
- No exponga el área tratada al sol durante el tratamiento o un año después de culminarlo.
- Use un humidificador. Sentirá que la piel mejora en ambientes húmedos y frescos.
- Use prendas cómodas y sueltas de telas suaves. Evite las prendas ajustadas.
- Evite usar vendas o adhesivos en el área tratada.
