El tratamiento principal para el cáncer de mama generalmente incluye cirugía para extirpar el tumor. Esto puede implicar la extracción de una parte de la mama o de toda la mama. Antes de la cirugía, los médicos pueden administrar terapia neoadyuvante para reducir el tamaño del tumor. Después de la cirugía, los médicos pueden administrar terapia adyuvante para eliminar cualquier rastro restante de cáncer en el cuerpo y disminuir el riesgo de que el cáncer regrese. Estos tratamientos tienen algunos efectos secundarios, pero mejoran significativamente las posibilidades de supervivencia de la mujer. Los inhibidores de CDK 4/6 son una clase de medicamentos utilizados en el tratamiento del cáncer. Esta clase de medicamentos se utiliza cada vez más en el entorno adyuvante y se emplea principalmente en el cáncer de mama con receptores hormonales positivos.
Las terapias adyuvantes y neoadyuvantes pueden incluir quimioterapia, radioterapia, hormonoterapia y terapia dirigida. La mayoría de estos tratamientos son sistémicos, lo que significa que se focalizan en todo el organismo, en lugar de un área específica en donde se encuentra el cáncer.
La quimioterapia es el uso de medicamentos para tratar las células cancerosas de rápido crecimiento y destruirlas. Se administra por vía oral, intravenosa o subcutánea en ciclos de tratamiento seguidos de un período de recuperación.
La radioterapia es la única forma localizada de terapia adyuvante, lo que significa que se enfoca en un área específica del organismo. Suele administrarse después de la cirugía para destruir cualquier célula cancerosa que haya quedado en el tejido mamario circundante. El tipo más común se denomina irradiación total de mama. Se trata de radiación externa que se administra 5 días a la semana durante 4 a 7 semanas, según las características del tumor de la mujer. En algunos casos, la irradiación parcial de mama podría ser más apropiada. Esto puede implicar un dispositivo en el sitio quirúrgico para administrar radiación a un área más pequeña, aunque cada vez se administra más mediante radioterapia externa. La radioterapia parcial de mama suele durar aproximadamente una semana. La radioterapia rara vez se usa en el contexto neoadyuvante.
La terapia hormonal es eficaz en el tratamiento de mujeres cuyos tumores son positivos para los receptores de estrógeno y/o progesterona. Este tratamiento impide que el estrógeno active el crecimiento de células cancerosas. Suele administrarse por vía oral todos los días durante cinco a diez años.
Algunas formas de cáncer de mama contienen células que sobreexpresan la proteína HER2, la que hace que las células cancerosas crezcan rápidamente. La terapia dirigida ataca a estas células y les impide estimular el crecimiento del tumor. Se administra mediante infusión cada una a tres semanas durante un año. La terapia dirigida neoadyuvante para el cáncer de mama HER2 positivo suele incluir una combinación de trastuzumab y pertuzumab. El médico puede recomendar un régimen neoadyuvante de docetaxel, carboplatino, trastuzumab y pertuzumab, o docetaxel, trastuzumab y pertuzumab. La terapia dirigida adyuvante para el cáncer de mama HER2 positivo suele ser trastuzumab y pertuzumab.
Se puede recomendar la terapia neoadyuvante para reducir el tamaño de un tumor antes de la cirugía y así poder realizar una cirugía menos extensa. Las pacientes que presentan un riesgo alto de recidiva del cáncer tienen más probabilidades de necesitar terapia adyuvante. El médico considerará los siguientes factores para determinar si necesita terapia adyuvante.
El riesgo de recurrencia aumenta a medida que crece el tumor primario.
El cáncer que se ha diseminado a los ganglios linfáticos tiene más probabilidades de volver a aparecer.
Esto hace referencia a la diferencia que existe entre las células cancerosas y las células normales al examinarlas al microscopio. El riesgo de recidiva aumenta con el grado histológico.
Esto hace referencia a la tasa a la que las células cancerosas se dividen y se multiplican. Las células cancerosas con grado nuclear alto tienen un riesgo elevado. A veces, a esto se lo denomina "capacidad de proliferación del tumor".
Los tumores de cáncer de mama que no tienen receptores de estrógeno (receptores de estrógeno negativos) tienden a crecer de forma más agresiva y tienen un mayor riesgo de recurrencia.
Los tumores que producen demasiada proteína HER2 crecen de manera más agresiva y tienen más probabilidades de volver a aparecer.
La quimioterapia destruye no solo las células cancerosas, sino también otras células de rápida división que hay en el organismo. Entre ellas, se incluyen las células de la sangre, la boca, el cabello, las uñas y el tubo digestivo. En consecuencia, las pacientes pueden manifestar los siguientes efectos secundarios:
Los efectos secundarios de la terapia hormonal pueden ser similares a los síntomas de la menopausia. Estos efectos secundarios incluyen náuseas, sofocos y flujo vaginal. La terapia hormonal también aumenta el riesgo de desarrollar cataratas, cáncer de útero o coágulos sanguíneos. Las pacientes que toman inhibidores de la aromatasa pueden experimentar osteoporosis o pérdida de la fortaleza ósea.
Efectos secundarios de la terapia dirigida.El sarpullido es el cambio cutáneo más común causado por los medicamentos dirigidos. El riesgo de presentar un sarpullido y su gravedad depende del tipo y la dosis del medicamento dirigido. En la mayoría de las personas, el sarpullido es leve. El trastuzumab también puede aumentar el riesgo de problemas cardíacos, por lo que su médico debe monitorear su salud cardiovascular durante todo el tratamiento con este medicamento.
Efectos secundarios de la radioterapia puede causar que la piel en el área tratada se vuelva seca, sensible, enrojecida y con picazón. A veces puede parecerse a una quemadura de sol e incluso formar ampollas. Estos efectos se pueden aliviar usando cremas humectantes, siguiendo las indicaciones del oncólogo radioterapeuta.También puede causar un cansancio intenso, que puede aumentar a medida que avanza el tratamiento, y hacer que el seno se sienta pesado y tenso. En casos poco comunes, la radioterapia puede causar daño al corazón o a los pulmones.
Los beneficios de la terapia adyuvante y neoadyuvante para el cáncer de mama superan ampliamente los riesgos y los efectos secundarios. La terapia neoadyuvante puede reducir un tumor antes de la cirugía y aumentar las probabilidades de tener una operación exitosa. La terapia adyuvante puede reducir el riesgo de que el cáncer regrese y aumentar la posibilidad de una supervivencia a largo plazo. A continuación, se detallan algunos consejos para manejar los efectos secundarios más frecuentes que puede presentar.
Es extremadamente importante tener una alimentación saludable y bien equilibrada, hacer actividad física con regularidad y controlar eficazmente el estrés al someterse a un tratamiento.
Una nutrición adecuada es extremadamente importante al someterse a quimioterapia. Manténgase hidratada y adopte una alimentación nutritiva y con alto contenido proteico.
Es extremadamente importante hacer actividad física con regularidad al someterse a quimioterapia. Esto le brindará energía, colaborará con su sistema inmunitario, la ayudará a mantener el funcionamiento físico y la hará sentirse mejor.
Mantener una actitud calma y positiva y reducir el estrés en su vida es especialmente importante al someterse a quimioterapia.
La terapia neoadyuvante puede reducir un tumor antes de la cirugía y aumentar las probabilidades de tener una operación exitosa. La terapia adyuvante puede eliminar cualquier vestigio de cáncer que haya en su organismo después de haberse sometido al tratamiento principal y reducir el riesgo de que el cáncer de mama regrese. Hable con el médico sobre cualquier inquietud que pueda tener sobre los tratamientos o los efectos secundarios.
Es importante mantener una buena relación con el médico. Debe escucharlo atentamente y tener la libertad de compartir con él cualquier consulta o inquietud que tenga.