Tratamiento
El tratamiento de los tumores cerebrales depende de factores como el tipo, el grado, el tamaño, la ubicación y si este ha invadido otras partes del cerebro o si se ha diseminado fuera del cerebro y/o fuera del sistema nervioso central. El tratamiento de los tumores cerebrales puede incluir cirugía, quimioterapia, radioterapia y terapia dirigida. Es posible que lo controlen de cerca antes de administrar cualquier tratamiento para observar cualquier cambio en su condición. El médico elaborará un plan de tratamiento específico para usted y le explicará sus expectativas y cualquier efecto secundario posible. A continuación, se detallan algunos de los tratamientos que el médico puede recomendar para el tumor cerebral:

Cirugía
la cirugía es el principal tratamiento para la mayoría de los tumores cerebrales. Aun cuando el cáncer es agresivo y se ha diseminado, el médico puede practicar una cirugía para tomar una muestra para biopsia para identificar el tipo del tumor y/o extraer la mayor cantidad de tumor posible. Este tratamiento puede permitir aliviar los síntomas y prevenir complicaciones causadas por la presión que provoca el tumor o la invasión de tejidos sanos. Extraer la mayor cantidad posible de tumor también podría incrementar la efectividad de la quimioterapia y la radioterapia. La cirugía más común para tumores cerebrales es la craneotomía, en la que el neurocirujano remueve parte del cráneo y extrae el tumor por esa abertura. Un pedazo del tumor puede ser enviado para "sección congelada" o análisis rápido por otro médico, el patólogo, para determinar qué tipo de tumor está presente. Después de la craneotomía, el médico cierra la abertura colocando nuevamente el trozo de hueso que había quitado y lo asegura con clips de metal. Estos clips son, por lo general, de titanio. Este metal permite que el paciente se practique resonancias magnéticas en el futuro para realizar el seguimiento del tumor cerebral.
Radioterapia
Durante la radioterapia, pueden usarse rayos de gran energía para matar las células cancerosas en el área tratada. Muchos tumores cerebrales se forman en partes profundas o sensibles del cerebro, lo que hace que sea imposible extirparlos sin causar daños graves. Los médicos que se especializan en el uso de radiación terapéutica (oncólogos especializados en radiación) generalmente utilizan la radioterapia como el tratamiento principal para los tumores cerebrales que no pueden extirparse mediante una cirugía. También pueden usar radioterapia para destruir las células cancerosas que subsistan después de una cirugía. Todas las técnicas que se describen a continuación emplean una fuente de radioterapia externa (radioterapia de haces externos) lo que implica que el paciente no tendrá radioactividad después del tratamiento. En todas estas modalidades, los oncólogos de radiación emplearán imágenes de resonancia magnética (de haberlas) combinadas con imágenes de tomografía computarizada obtenidas al momento de la simulación para la planificación del tratamiento de radiación. Se utilizarán dispositivos de inmovilización para mantener la cabeza del paciente en la misma posición durante el tratamiento de radiación diario. Estos dispositivos incluyen una máscara para la mayoría de los tratamientos o un armazón mínimamente invasivo para algunos tipos de radioterapia muy enfocada (estereotáctica).
Radioterapia conformada tridimensional
En la radioterapia conformada tridimensional, se utilizan imágenes de tomografías para demarcar o "simular" el tumor y los tejidos sanos a fin de dar forma a algunos haces de rayos X para que se ajusten al objetivo. La dosis de radiación que se emite hacia el tumor y el tejido sano puede medirse como función de volumen. Dado el número limitado de haces de rayos X, es posible que algunos tejidos sanos cercanos reciban la misma dosis que el tumor.
Radioterapia de intensidad modulada
En la radioterapia de intensidad modulada, se utiliza un número incluso mayor de haces de rayos X y ángulos de haces para permitir variaciones en el patrón de administración de dosis, de forma tal que el tumor reciba una dosis total mayor que la que recibirán los tejidos sanos.
Radioterapia con haces de protones
La radioterapia de haz de protones es un tipo de radioterapia de haces externos en la que se utilizan partículas con gran carga positiva (en lugar de rayos X) que penetran en el tejido de manera limitada. (Los rayos X atraviesan todo el organismo). Esto puede permitir una mejor conservación de los tejidos sanos cercanos que en la radioterapia conformada tridimensional o en la radioterapia de intensidad modulada ya que el haz de protones tiene un recorrido más corto.
- Consulte Terapia de protones para obtener más información.
Radioterapia estereotáctica
La radioterapia estereotáctica es una técnica empleada para emitir haces o arcos de radiación muy concentrados y producir una dosis alta para un tumor pequeño, con una disminución abrupta de la dosis para proteger el tejido sano cercano. A diferencia de los tratamientos mencionados anteriormente, la radioterapia estereotáctica se administra en un solo tratamiento o varios.
Otros tratamientos
Es posible que el médico también recomiende algunos de los siguientes tratamientos:
Terapia dirigida
Algunos tumores cerebrales contienen células que sobreexpresan determinados genes y proteínas y que hacen que el tumor se desarrolle de manera más rápida y actúe de manera más agresiva. La terapia dirigida identifica y ataca, específicamente, estas células, lo cual impide que las proteínas alimenten el crecimiento celular.


Quimioterapia
La quimioterapia hace referencia al uso de medicamentos para localizar las células de rápido crecimiento con el fin de eliminar las células cancerosas. La mayoría de los medicamentos de quimioterapia convencionales no son efectivos para tratar tumores cerebrales porque no pueden penetrar la barrera hematoencefálica. El médico puede usar algunas formas de quimioterapia en combinación con cirugía y radioterapia para tratar algunos tumores más agresivos. Para un tumor cerebral, se puede administrar quimioterapia por boca (vía oral) o por el torrente sanguíneo (vía intravenosa). El médico también puede colocar varias obleas (discos de quimioterapia) cerca del tumor después de la cirugía. Estas obleas liberan medicamentos de quimioterapia hacia el cerebro lentamente, a medida que se disuelven. Este procedimiento permite la concentración del medicamento en el lugar del tumor para que no produzca efectos secundarios en todo el organismo.

Estudios clínicos
Los estudios clínicos permiten que los pacientes prueben un tratamiento nuevo antes de que esté disponible para el público general. En algunos casos, puede tratarse de un medicamento nuevo que no se ha utilizado antes en seres humanos; o bien, puede tratarse de un medicamento o una combinación de medicamentos que no se utiliza actualmente para un tipo específico de cáncer. En general, los estudios clínicos en fase temprana (Fase I) se utilizan para probar los efectos secundarios de un medicamento o una combinación de medicamentos; mientras que los estudios clínicos en fase posterior se utilizan para determinar la eficacia de un tratamiento nuevo para un determinado tipo de cáncer. Los estudios clínicos permiten a médicos e investigadores mejorar el tratamiento de los tipos de cáncer con terapias posiblemente más efectivas. Un estudio clínico puede dar lugar a un medicamento nuevo e innovador; o bien, puede no tener efecto alguno. Es importante que hable con el médico acerca de las ventajas y desventajas de los estudios clínicos para su situación en particular.
La inmunoterapia es un nuevo tratamiento contra el cáncer que estimula el sistema inmunológico del cuerpo para que ataque las células cancerosas. Las sustancias elaboradas por el cuerpo o elaboradas en un laboratorio se utilizan para impulsar, dirigir o restaurar las defensas naturales del cuerpo contra el cáncer. Este tipo de tratamiento contra el cáncer también se denomina bioterapia o terapia biológica. Se está estudiando la inmunoterapia para el tratamiento de algunos tipos de tumores cerebrales. Las vacunas contra el cáncer son poco comunes, pero actualmente también se están estudiando en ensayos clínicos.