Síntomas
Un tumor cerebral puede provocar síntomas al invadir los tejidos sanos o ejercer presión sobre estos, lo cual aumenta la presión dentro del cráneo y obstruye la circulación del líquido cefalorraquídeo o produce inflamación cerebral (edema). En general, la mayoría de los tumores cerebrales pueden causar síntomas como dolor de cabeza, convulsiones, cambios emocionales, problemas relacionados con el movimiento, la coordinación muscular, el pensamiento y la memoria, además de cambios en los sentidos. No obstante, los síntomas que la persona puede manifestar suelen depender de la parte del encéfalo afectada.
A continuación, se presentan las partes principales del encéfalo:
- Cerebro - el cerebro es la parte grande superior del encéfalo. Tiene dos mitades que se denominan "hemisferios". La parte izquierda del organismo es controlada por el hemisferio derecho; la parte derecha es controlada por el hemisferio izquierdo. El cerebro controla emociones, pensamientos, aprendizaje del habla, sentidos (vista, oído, olfato, tacto) y movimientos musculares voluntarios.
- Cerebelo - el cerebelo se encuentra debajo del cerebro, en la parte posterior del encéfalo. Controla el equilibrio y la coordinación.
- Tronco encefálico - el tronco encefálico se encuentra en la base del encéfalo y une el encéfalo con la médula espinal. Contiene fibras nerviosas que transmiten señales entre el cerebro, el cerebelo y el resto del organismo. Controla las funciones corporales básicas, como la respiración, el ritmo cardíaco y la presión arterial.
- Núcleos basales - los núcleos basales se encuentran en la profundidad del encéfalo y también ayudan a controlar el movimiento muscular.
- Médula espinal - la médula espinal también tiene fibras nerviosas que transmiten señales que coordinan el movimiento muscular, la sensibilidad, las sensaciones, la función vesical y la función intestinal.
- Nervios craneales - los nervios craneales se originan en el tallo cerebral más que en la médula espinal.
A continuación, se detallan algunos síntomas de tumores en diferentes partes del cerebro:

Convulsiones o temblores

Debilidad

Insensibilidad

Problemas relacionados con el habla y la comprensión

Cambios en la personalidad y en el estado de ánimo

Dificultades visuales y auditivas

Dificultad para pensar o concentrarse

Dificultad para tragar

Dificultad para respirar

Dificultad para caminar y controlar movimientos de brazos y piernas

Problemas para controlar los movimientos faciales

Problemas con el movimiento ocular

Dolor muscular, rigidez o espasmos
