Como paciente, usted tiene derecho a preguntarles lo que sea a los proveedores de atención médica. En ese sentido, no hay preguntas inapropiadas.
Sin embargo, algunas preguntas lo ayudarán más que otras a aprovechar la interacción que tenga con sus proveedores de atención médica. Este consejo viene de mi experiencia como oncólogo y como sobreviviente de cáncer.
Antes de hacer las preguntas, recuerde que está tratando con un ser humano. Los médicos no son dioses ni santos. Intentamos mantener una postura profesional, pero al igual que cualquiera, preferimos tratar con aquellos que son amables.
No tiene que ocultar su ira; sin embargo, la ira que no viene acompañada de una crítica constructiva puede generar una muy mala relación entre el paciente y el proveedor de atención médica.
Además, necesita reconocer que los médicos no disponen de tiempo ilimitado. Sí, nos gustaría brindarle todo el tiempo y la atención que necesite; no obstante, la realidad es que el tiempo que tiene un proveedor de atención médica para un paciente es limitado. En muchos casos, debemos priorizar nuestro tiempo para encargarnos de las necesidades de los pacientes que se encuentren en las situaciones médicas más críticas.
Entonces, las preguntas oportunas, organizadas y pensadas pueden hacer la gran diferencia.
Si no entiende, dígalo. No asienta con la cabeza si no entiende. Si continúa asintiendo, el médico supondrá que usted entiende y continuará hablando.
Los médicos tienden a utilizar la jerga profesional, aunque intentan no hacerlo. Entonces, si no entiende alguna palabra, pida que se la aclaren. Por otra parte, si la terminología parece demasiado simple para usted, solicite una explicación más detallada.
Es importante que repita lo que escuchó para confirmar que lo entendió. "¿Acordamos X, luego Y y después Z?". Es bueno hacer esto al final de la consulta.
Nadie lo sabe. Por más que pueda estar tentado de preguntar esto, considere preguntar, en cambio, cuánto podrían durar los síntomas o la enfermedad, cuándo se podría reducir el tumor o cuándo puede regresar a su casa o al trabajo. Aunque los médicos no suelen predecir los resultados generales, pueden estimar estos aspectos más concretos.
A menos que esté muy familiarizado con los valores personales del proveedor de atención médica, hacer esta pregunta lo puede llevar a tomar una decisión con la que pueda no estar feliz en el futuro.
Tenga cuidado antes de decir esto. Los médicos pueden recordar tanto sus palabras que nunca sacarán el tema en el futuro. Si cambia de opinión con posterioridad, debería decirlo; se sorprendería al saber lo mucho que nos influencia lo que usted dice.
No estamos seguros de cómo reaccionar y además nos preguntaremos si hablará mal de nosotros si siente que no hicimos algo bien. La crítica constructiva puede ser útil; no obstante, expresar simplemente las emociones fuertes no nos ayuda.
Esto es como decir que no tiene interés en lo que está ocurriendo. Si no sabe qué decir, tampoco sabremos por dónde comenzar. Si honestamente no tiene preguntas, al menos diga que entiende perfectamente la situación y el plan.
Las preguntas son uno de los principales recursos con los que usted cuenta como paciente para mejorar la calidad de la atención y del tratamiento, y para protegerse de una mala atención. Me apasiona mucho la buena comunicación entre el paciente y los proveedores de atención médica.