Es importante reconocer que las decisiones de cuidado deben adaptarse a la situación de cada paciente:
Algunos pacientes tienen una enfermedad avanzada en la que el tratamiento sistémico puede no prolongar significativamente la vida, y en esos casos, el cuidado paliativo u hospicio puede ser la opción más adecuada.
Otros pacientes con enfermedad en etapa temprana pueden beneficiarse de un tratamiento agresivo, que incluya cirugía y terapia sistémica.
Tener conversaciones abiertas sobre los objetivos de cuidado es esencial para ayudar a los pacientes a comprender qué esperar y apoyar una planificación adecuada.