Un factor de riesgo hace referencia a todo aquello que aumente la posibilidad de contraer una enfermedad. Se desconoce la causa exacta del cáncer de mama. Tener un factor de riesgo no significa que una mujer padecerá cáncer de mama. El cuerpo de cada mujer es diferente. El médico es quien siempre debe evaluar los riesgos de contraer la enfermedad.
Para las mujeres con riesgo de padecer cáncer mama de bajo a moderado se pueden recomendar los siguientes procedimientos de detección:
Las pautas para la detección no recomiendan ni desaconsejan los autoexámenes de mamas (breast self-examinations, BSE) de rutina. Las mujeres pueden elegir realizarse autoexámenes de mamas periódicos, según sus preferencias personales. Sin embargo, las mujeres deben conocer su salud mamaria e informar de inmediato cualquier cambio o signo de advertencia a su médico.
Las mujeres de más de 50 años de edad tienen un riesgo mayor de padecer cáncer de mama.
Las mujeres de piel blanca corren un riesgo ligeramente mayor de padecer cáncer de mama en comparación con las mujeres afroamericanas.
Las mujeres cuyo tejido mamario es denso presentan un riesgo mayor de padecer cáncer de mama. El tejido mamario denso es menos adiposo y más glandular, y aparece de color blanco en las radiografías, lo que hace difícil distinguir tumores.
Cuanto mayor sea la exposición de la mujer a los estrógenos, mayor será la probabilidad de tener cáncer de mama.
Las mujeres que comenzaron a tener ciclos menstruales antes de los 12 años de edad o que dejaron de menstruar después de los 55 años de edad presentan un mayor riesgo de padecer cáncer de mama.
Las mujeres que tuvieron un hijo después de los 30 años de edad o las que nunca tuvieron hijos presentan un riesgo mayor de padecer cáncer de mama.
La obesidad puede aumentar los niveles de estrógeno de una mujer, lo que genera más probabilidades de padecer cáncer de mama.
El consumo habitual de bebidas alcohólicas (más de dos por día) aumenta el riesgo de que una mujer padezca cáncer de mama.
Las mujeres que tienen una alimentación poco saludable con contenido alto de carnes rojas, carnes procesadas y grasas de origen animal pueden tener un riesgo mayor de padecer cáncer de mama.
Las mujeres que tomaron dietilestilbestrol (DES) desde la década de 1940 hasta la década de 1960 para prevenir el aborto espontáneo pueden presentar un mayor riesgo de padecer cáncer de mama después de los 40 años de edad.
Es posible que las mujeres que presentan un riesgo mayor deban someterse a exámenes de detección más frecuentes a partir de una edad más temprana. El médico decidirá qué examen de diagnóstico es el adecuado para usted según la evaluación personal de riesgos o los resultados de las pruebas.
Las mujeres que tuvieron cáncer de mama, de endometrio, de ovario o de colon presentan un riesgo mayor de padecer cáncer de mama.
Las mujeres con parientes cercanos (madre, hermana o hija) que hayan tenido cáncer de mama duplican o triplican las probabilidades de padecer la enfermedad. En casos raros, tener antecedentes familiares puede estar relacionado con el cáncer hereditario. En este caso, el riesgo puede ser diez veces mayor.
El CLIS hace referencia a las células anómalas de los lobulillos de las mamas que no se diseminan a tejidos adyacentes. Si bien no es cáncer, constituye un factor de riesgo que incide en el desarrollo de cáncer de mama en el futuro.
La hiperplasia es el crecimiento excesivo de las células que se encuentran en las mamas. La hiperplasia puede ser “usual” o “atípica”. En el caso de la hiperplasia usual, las células en exceso se ven normales en el microscopio. En el caso de la hiperplasia atípica, las células en exceso presentan anomalías. Las mujeres con hiperplasia atípica deben controlar su afección de cerca con mamografías y exámenes clínicos de mamas de rutina.
Las mujeres que recibieron radioterapia en el tórax durante la infancia o la adolescencia tienen un riesgo mucho mayor de desarrollar cáncer de mama. Los rayos perjudiciales de la radiación pueden dañar células sanas del organismo y hacer que el cáncer se desarrolle más tarde. Las mujeres que recibieron un tipo de radiación denominada radiación del campo de manto de dosis alta para el Linfoma de Hodgkin son las que tienen el riesgo más alto.
Una mutación hereditaria en el gen BRCA1 o BRCA2 puede aumentar considerablemente el riesgo de una mujer de padecer cáncer de mama y cáncer de ovario. Las mujeres con mutaciones en uno de estos genes pueden tener hasta un 40 a 65 % de riesgo de padecer cáncer de mama en algún momento de su vida, y tienen más probabilidades de desarrollarlo mientras son jóvenes. Las mujeres deben consultar con un médico acerca de los beneficios y riesgos de las pruebas y el asesoramiento genéticos.
Otros síndromes genéticos, como el síndrome de Li-Fraumeni, el síndrome de Cowden, el síndrome de Bannayan-Riley-Ruvalcaba, entre otros, están relacionados con mutacionesgenéticas en genes como p53, PTEN, ATM, CHEK2, PALB2. Estas afecciones pueden aumentar el riesgo de una mujer de padecer cáncer de mama y otros tipos de cáncer; sin embargo, estas mutaciones son menos frecuentes y menos peligrosas que las mutaciones en los genes BRCA.
Existen diversas pautas de reconocido nivel para el examen de detección de cáncer de mama que difieren muy poco una de la otra en términos de qué pruebas usar, cuándo comenzar a realizar las pruebas y con qué frecuencia deben realizarse. En general, las pautas para la detección del cáncer de mama se basan en la edad de la mujer, los factores de riesgo que inciden en el desarrollo del cáncer de mama y las preferencias personales. Consulte a su médico para saber si el examen de detección es adecuado para usted.