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Cómo controlar los efectos secundarios de la radioterapia

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Efectos a largo plazo de la radioterapia

Problemas cardíacos

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Problemas cardíacos

Determinados medicamentos de quimioterapia y la radioterapia que se recibe en la cavidad torácica pueden dañar el corazón. El riesgo de daño cardíaco aumenta con la edad del paciente y la dosis de medicación recibida. Entre los medicamentos de quimioterapia que pueden causar daño cardíaco, se incluyen las antraciclinas, como la doxorubicina y la epirubicina; y otros medicamentos, como la ciclofosfamida, el paclitaxel y el trastuzumab. Estos medicamentos pueden causar la inflamación del miocardio (miocarditis), insuficiencia cardíaca congestiva, arritmias, arteriopatía coronaria y problemas relacionados con las válvulas cardíacas y el sistema eléctrico del corazón. Estas afecciones pueden aumentar el riesgo de sufrir infartos o accidentes cerebrovasculares. Pregúntele al médico si el plan de tratamiento que usted debe seguir puede causar daño cardíaco.

Problemas pulmonares

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Problemas pulmonares

Determinados medicamentos de quimioterapia y la radioterapia que se recibe en la cavidad torácica pueden dañar los pulmones. Entre los medicamentos que presentan más probabilidades de causar daño pulmonar, se incluyen la bleomicina, la carmustina, la prednisona, la dexametasona, el metotrexato y la ciclofosfamida. Estos medicamentos pueden causar inflamación (neumonía) y cicatrización patológica (fibrosis pulmonar) del tejido pulmonar. Como consecuencia, los pacientes pueden presentar dificultad para respirar, falta de aire, tos, sibilancias y cansancio. La neumonía es una afección que produce la inflamación de los alvéolos, lo cual causa dificultad para respirar y absorber el oxígeno que debe ingresar en el torrente circulatorio. La fibrosis pulmonar es una afección caracterizada por la formación de tejido cicatricial en los pulmones. Como consecuencia, los pulmones pierden elasticidad y, por ello, no pueden expandirse y llenarse de aire correctamente. Pregúntele al médico si el plan de tratamiento que usted debe seguir puede causar daño pulmonar.

Problemas óseos

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Problemas óseos

La osteoporosis es una afección por la cual los huesos pierden densidad y se vuelven débiles y frágiles. La mayoría de las personas, especialmente las mujeres, presentan osteoporosis a medida que envejecen. Esta enfermedad puede aumentar considerablemente el riesgo de sufrir fracturas óseas. Determinados medicamentos de quimioterapia pueden reducir la cantidad de calcio en el organismo y, así, acelerar la aparición de la osteoporosis y el adelgazamiento de los huesos. La hormonoterapia, la radioterapia y los medicamentos esteroides también pueden causar problemas óseos. Pregúntele al médico si usted corre el riesgo de sufrir daño óseo como consecuencia de los tratamientos oncológicos.

Problemas hepáticos

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Problemas hepáticos

El hígado es un órgano cuyas funciones principales incluyen secretar bilis en los intestinos para asistir en la digestión, descomponer y almacenar los nutrientes, depurar los medicamentos del organismo y eliminar las toxinas de la sangre. Determinados medicamentos de quimioterapia pueden sobrecargar aún más el hígado, lo cual puede dañarlo y afectar su funcionamiento en el transcurso del tiempo. Entre los síntomas del daño hepático, pueden incluirse orina oscura, piel y ojos amarillos (ictericia), dolor abdominal, hinchazón abdominal, debilidad y cansancio. Pregúntele al médico si los medicamentos oncológicos que usted recibe pueden causar daño hepático y, en ese caso, qué pasos debe seguir para evitar complicaciones.

Problemas renales

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Problemas renales

Los riñones son dos órganos con forma de frijol y del tamaño de un puño que se sitúan en la parte posterior del torso, apenas por encima de la cintura. Son los responsables de filtrar los desechos y el exceso de agua de la sangre y convertirlos en orina. Determinados medicamentos oncológicos, entre ellos los que se emplean para las quimioterapias y las terapias biológicas, pueden causar daño renal y la acumulación de ese exceso de agua y desechos en el organismo. Como consecuencia, los riñones dejan de funcionar correctamente. El riesgo de presentar daño renal es mayor en los pacientes que tienen enfermedades concomitantes, como daño renal anterior, diabetes y cardiopatía. Entre los síntomas del daño renal, pueden incluirse orina oscura, dolor al orinar, sangre en la orina, cansancio y debilidad muscular. Entre los medicamentos oncológicos que pueden causar daño renal, se incluyen el cisplatino, la interleucina 2, la citarabina, el metotrexato, el carboplatino y otros. Pregúntele al médico si usted corre el riesgo de sufrir daño renal y, en ese caso, qué pasos debe seguir para evitar o inhibir las complicaciones.

Problemas tiroideos (hipotiroidismo)

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Problemas tiroideos (hipotiroidismo)

La glándula tiroidea es una glándula con forma de mariposa situada adelante del cuello, justo debajo de la nuez de Adán, que rodea la parte delantera de la tráquea. Esta glándula produce las hormonas que regulan la frecuencia cardíaca, la presión arterial, la temperatura corporal y la energía metabólica. La radioterapia que se recibe en la cabeza, el cuello o el cerebro puede dañar la glándula tiroidea y causar hipotiroidismo, una afección en la que la glándula tiroidea no produce la cantidad suficiente de hormonas tiroideas. A raíz del hipotiroidismo, disminuye la energía metabólica del organismo, lo cual puede causar síntomas como cansancio, depresión, aumento de peso y problemas de concentración. Aproximadamente el 50 % de los pacientes que reciben radioterapia en el cuello presentan hipotiroidismo en el transcurso del tiempo. Existen muchos medicamentos para combatir el cáncer sistémico que también pueden causar disfunción tiroidea, entre ellos, el interferón alfa, la interleucina 2 y los inhibidores de la tirosina cinasa (tyrosine kinase inhibitor, TKI), como el sunitinib y el imatinib.

Cáncer secundario
Cáncer secundario

Existen determinados tratamientos oncológicos que pueden aumentar el riesgo de presentar cáncer secundario con el tiempo, especialmente si usted recibió tratamiento oncológico de niño. Los alquilantes, como la ciclofosfamida, el cisplatino y el carboplatino; las antraciclinas, como la doxorrubicina, la epirubicina, y otros medicamentos de quimioterapia son los más riesgosos. La leucemia mieloide aguda (LMA) es el cáncer secundario más frecuente causado por estos medicamentos. También es posible que algunas personas manifiesten el síndrome mielodisplásico (SMD) y la leucemia linfocítica aguda (LLA). Asimismo, la radioterapia puede aumentar el riesgo de tener un cáncer secundario. Los tipos de cáncer más frecuentes relacionados con la radioterapia son la leucemia y los tumores sólidos presentes en la glándula tiroidea, la piel, los huesos, las mamas y los pulmones. El riesgo depende de la dosis de radiación, el área tratada y la edad del paciente en el momento de recibir el tratamiento.