Síntomas

Los síntomas de cáncer de mama metastásico dependen del tamaño y la ubicación del tumor o los tumores. Los lugares más frecuentes para que el cáncer se disemine son los huesos, los pulmones, el hígado y el cerebro. El cáncer de mama también puede invadir la médula ósea, los ovarios, la médula espinal y otras partes del organismo.

El cáncer que se ha diseminado a la piel o a la pared torácica
  • El cáncer que ha crecido a la piel o a la pared torácica puede causar engrosamiento de la piel, enrojecimiento de la piel, nódulos o lesiones en la piel, tamaño o forma anómalos de la mama y dolor torácico.
El cáncer que se ha diseminado a los huesos
  • El cáncer que se ha diseminado a los huesos tiene más probabilidades de causar dolor óseo, niveles altos de calcio o dolor con la palpación, y puede provocar fracturas.
El cáncer que se ha diseminado a los pulmones
  • El cáncer que se ha diseminado a los pulmones puede provocar falta de aire, tos seca, cansancio extremo y, a veces, dolor en la pared torácica.
El cáncer que se ha diseminado al cerebro
  • El cáncer que se ha diseminado al cerebro puede causar dolor de cabeza, convulsiones, inestabilidad, pérdida de la memoria, confusión y visión borrosa.
El cáncer que se ha diseminado al hígado
  • El cáncer que se ha diseminado al hígado puede causar ictericia (color amarillento de la piel y las escleróticas), hinchazón de las extremidades y del abdomen superior, pérdida de peso, fiebre, cambio en el estado mental y náuseas.

Algunas personas que padecen cáncer metastásico no tienen síntomas y solo descubren la enfermedad después de someterse a una radiografía u otra prueba de diagnóstico. En raros casos, la persona descubre el tumor original después de que el cáncer metastásico presenta síntomas.