Diagnóstico

El cáncer de mama inflamatorio puede ser difícil de diagnosticar porque no es fácil de detectar en una mamografía y sus síntomas se asemejan a los de otras afecciones frecuentes. Asimismo, el CMI es una enfermedad muy agresiva que puede desarrollarse y avanzar entre las consultas programadas con el médico. Para diagnosticar el cáncer de mama inflamatorio, el médico busca los siguientes criterios:

  • Que se presente enrojecimiento, inflamación, piel con hoyuelos o sensación de ardor en, al menos, un tercio de la mama.
  • Que estos síntomas se hayan desarrollado rápidamente y hayan estado presentes durante menos de seis meses.
  • Que las muestras de la biopsia inicial muestren células malignas.

El médico puede realizar las siguientes pruebas de diagnóstico por imágenes para diagnosticar la enfermedad y determinar su estadio:

Mamografía de diagnóstico
Mamografía de diagnóstico

Una mamografía de diagnóstico es una radiografía detallada de la mama. El cáncer de mama inflamatorio puede aparecer como piel engrosada o más densa en una mamografía de diagnóstico.

Ecografía
Ecografía

A raíz del ultrasonido, las ondas sonoras rebotan en las vísceras y crean ecos que forman una imagen. Una ecografía puede ayudar a determinar si el cáncer se ha diseminado a los ganglios linfáticos.

Resonancia magnética

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Resonancia magnética

En las resonancias magnéticas (RM), se utilizan ondas de radio e imanes potentes en lugar de rayos X. Las RM producen imágenes muy detalladas del cuerpo y pueden detectar el CMI si la mamografía se ve normal.

Tomografía computarizada

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Tomografía computarizada

Si otras pruebas de diagnóstico por imágenes muestran signos de cáncer, el médico puede solicitar una tomografía computarizada. Un tomógrafo gira en torno al cuerpo tomando fotografías y produciendo imágenes transversales detalladas del cuerpo. Esto permite determinar la ubicación exacta del tumor y comprobar la diseminación del cáncer.

Gammagrafía ósea

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Gammagrafía ósea

En una gammagrafía ósea se usa una sustancia radiactiva para identificar tejidos cancerosos en los huesos. Esta prueba proporciona una imagen de todos los huesos y le permite al médico detectar áreas pequeñas que contienen células cancerosas y que no son visibles mediante radiografías simples. La sustancia radiactiva se acumula en estas áreas y las ilumina en la radiografía del esqueleto.

Tomografía por emisión de positrones (PET) / Tomografía computarizada (CT)

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Tomografía por emisión de positrones (PET) / Tomografía computarizada (CT)

El médico utiliza tomografías por emisión de positrones cuando existe la posibilidad de que el cáncer se haya diseminado, pero se desconoce la ubicación. Primero, el médico le inyecta una sustancia radiactiva al paciente en el torrente circulatorio. Luego, las células cancerosas absorben esta sustancia porque utilizan la mayor parte de la energía. Debido a la presencia de la sustancia, las áreas cancerosas brillan en una radiografía, lo que le permite el médico hallar tumores en todo el cuerpo. ay, allowing doctors to find tumors throughout the body.

Los síntomas físicos y las pruebas de diagnóstico por imágenes pueden indicar la presencia de CMI, pero la biopsia y la aparición clínica constituyen las únicas maneras de saber si usted tiene la enfermedad. El cirujano extraerá quirúrgicamente una pequeña muestra de tejido mamario, y un patólogo la examinará al microscopio. Una biopsia para detectar CMI suele ser una biopsia con aguja gruesa guiada por RM o ecografía. Para este procedimiento, el médico guía una aguja grande dentro del posible tumor y extrae una pequeña muestra cilíndrica de tejido. A veces, el CMI también puede detectarse con una biopsia de piel, en la que el médico extrae una muestra de tejido de la piel.