Tratamiento
El tratamiento del cáncer de próstata suele depender de la gravedad del cáncer, junto con la edad y el estado de salud general del paciente. A continuación, se detallan algunas opciones de tratamiento disponibles para los hombres que padecen cáncer de próstata:
Supervisión activa
Es posible que algunos hombres con tumores de crecimiento lento sólo necesiten tratar su cáncer con “vigilancia activa”. La supervisión activa implica controlar el cáncer mediante tacto rectal y análisis del antígeno prostático específico cada tres a seis meses, y una ecografía transrectal una vez al año. Esta puede ser una mejor opción para hombres mayores y aquellos cuyo estado de salud es deficiente y no quieren someterse a una gran operación ni padecer los efectos secundarios del tratamiento si realmente no lo necesitan. Algunas personas prefieren la extirpación del cáncer, independientemente de la lentitud con la que crezca.
Prostatectomía radical
Una prostatectomía radical es la cirugía más frecuente para el cáncer de próstata. El cirujano extirpa toda la glándula prostática, las vesículas seminales y parte de la uretra. También puede extirpar ganglios linfáticos circundantes y los fascículos neurovasculares que ayudan a controlar la función eréctil. Luego, el cirujano vuelve a unir la vejiga y la uretra para restaurar la función urinaria. El médico puede realizar esta cirugía por laparoscopía, con la asistencia de un robot, o a través de una incisión quirúrgica en el abdomen.
Radioterapia
En la radioterapia, se usan ondas de rayos de gran energía producidas por un aparato para destruir las células cancerosas. Los médicos suelen prescribir radioterapia para tratar el cáncer en estadio inicial que aún permanece en la próstata. A veces, los hombres que tienen cáncer de próstata en estadio inicial pueden elegir entre la cirugía y la radioterapia para la extirpación del cáncer. En los casos más avanzados, los médicos suelen combinar la radioterapia con la hormonoterapia como tratamiento principal del cáncer de próstata. Hay dos tipos principales de radioterapia. En la radiación con haces externos, un aparato de gran tamaño emite radiación hacia el tumor desde el exterior del cuerpo. Uno de estos tratamientos es la IMRT, que se utiliza cuando el tumor está cerca del tracto gastrointestinal. En la IMRT, se da forma a los haces de radiación, se apuntan desde diferentes ángulos y se ajusta su intensidad, para reducir el daño a los tejidos sanos y disminuir los efectos secundarios.En la radioterapia interna, el médico coloca gránulos radiactivos dentro del cuerpo, cerca del tumor (braquiterapia).

Terapia de protones
La terapia de protones es un tipo de radioterapia avanzada que usa “protones” en lugar de “fotones” de rayos X para irradiar el tumor. Se administra una dosis de radiación para el cáncer, pero se cree que limita el daño de la radiación a los tejidos circundantes. En la radioterapia convencional, los haces de fotones depositan radiación y dañan las células sanas al atravesar el cuerpo. La terapia de protones deposita mayor radiación directamente en el sitio del tumor, lo que resulta en menores daños a los tejidos sanos y menos efectos secundarios.
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Hormonoterapia
: Inicialmente, el cáncer de próstata es sensible a las hormonas, lo que significa que las hormonas masculinas, como la testosterona, hacen que el cáncer crezca de manera más agresiva. La hormonoterapia bloquea la producción de testosterona e impide que estimule el crecimiento celular. Los médicos suelen utilizar la hormonoterapia para tratar el cáncer de próstata en el estadio más avanzado; aproximadamente uno de cada tres hombres con cáncer de próstata necesita este tratamiento. Si los medicamentos de hormonoterapia no funcionan, el médico tal vez deba realizar una orquiectomía y extirpar los testículos, que son los órganos que producen la testosterona.
Crioterapia
Los médicos suelen tratar el cáncer de próstata en estadio inicial con crioterapia. El médico inserta una sonda larga y delgada en el tumor e inyecta gases fríos a través de ella para congelar y destruir el tumor. ElHIFU (Ultrsonido Focalizado de Alta Intensidad) aprobado por la FDA en 2015. HIFU es un tipo de terapia a base de calor. Esta tecnología usa energía de ultrasonido (ondas de sonido), no radiación, para destruir las células cancerosas. Se inserta una sonda de ultrasonido en el recto y las ondas de sonido se dirigen a las partes de la glándula prostática con cáncer. Este tratamiento está diseñado para destruir las células cancerosas mientras limita el daño al resto de la glándula prostática. Los candidatos para HIFU son personas que tienen cáncer de bajo riesgo en etapa temprana que se encuentra solo en la próstata.
Quimioterapia
La quimioterapia es el uso de medicamentos para tratar células cancerosas que crecen rápidamente en un esfuerzo por destruirlas. Los medicamentos de quimioterapia generalmente se administran por vía intravenosa. La quimioterapia más común utilizada en el cáncer de próstata avanzado es el docetaxel (Taxotere).
Terapia dirigida
algunas células cancerosas contienen demasiadas proteínas que causan la las células cancerosas crezcan más agresivamente. La terapia dirigida se dirige específicamente a estos, impidiendo que las proteínas impulsen el crecimiento celular. Estos medicamentos atacan el cáncer células mientras causa poco daño a las células normales. Su médico puede recomendarle un Inhibidor de PARP. Olaparib y rucaparib son inhibidores de PARP que se utilizan cuando el cáncer de próstata se ha diseminado a otras partes del cuerpo y tiene mutaciones en BRCA1, BRCA2 u otros genes relacionados.
Radiofármacos
los médicos pueden utilizar formas de radiación inyectables dirigidas para tratar el cáncer de próstata avanzado. El radio-223 (Xofigo) se dirige específicamente a las metástasis óseas y se usa en pacientes con cáncer de próstata avanzado que se ha diseminado al hueso y dejó de responder a la terapia hormonal. 177Lu-PSMA-617 (Pluvicto) administra radiación a las células cancerosas de próstata que expresan PSMA (que se pueden observar en una exploración PET con PSMA).
Terapia con vacunas
los médicos pueden utilizar una vacuna para tratar el cáncer de próstata avanzado que ha dejado de responder a la hormonoterapia inicial. La vacuna aumenta la capacidad del sistema inmunitario para combatir las células cancerosas de la próstata. Este tratamiento no cura la enfermedad, pero puede ayudar a que los hombres que tienen una enfermedad avanzada vivan más tiempo. La vacuna se elabora específicamente para cada paciente al extraer algunos glóbulos blancos, exponer las células a una proteína del cáncer de próstata y luego volver a inyectarlas en el torrente circulatorio del paciente.
Prueba genética
Las pruebas genéticas ayudan a predecir el pronóstico del cáncer y son más útiles para pacientes con cáncer de próstata diagnosticado recientemente o pacientes cuyo cáncer no se ha diseminado desde la próstata. Junto con la predicción del pronóstico, estas pruebas aclaran qué terapias debe seguir un médico para tratar el cáncer y pueden ayudar con la detección temprana en pacientes con antecedentes familiares de cáncer de próstata o un gen que los predispone al cáncer de próstata. Los factores que sugieren una contribución genética al cáncer de próstata incluyen múltiples familiares de primer grado afectados con cáncer de próstata, cáncer de próstata de aparición temprana y cáncer de próstata con antecedentes familiares de otros cánceres y pueden justificar la necesidad de pruebas genéticas. Estas pruebas pueden revelar en cuál de las tres categorías de riesgo (riesgo bajo, riesgo medio/intermedio o riesgo alto) se encuentra un paciente. Este conocimiento permite al médico determinar las opciones de tratamiento disponibles para el paciente.
Se ha descubierto que varios genes están asociados con el cáncer de próstata, incluidos los genes BRCA1 y BRCA2. Entre ellos, BRCA2 es uno de los genes más comunes que se encuentran en hombres con cáncer de próstata avanzado. Por lo tanto, ha adquirido relevancia clínica en el tratamiento y detección del cáncer de próstata. Se ha considerado la posibilidad de realizar pruebas a los pacientes con cáncer de próstata y a sus familiares para detectar mutaciones en BRCA2 con el fin de reducir la gravedad del cáncer de próstata existente.


Estudios clínicos
Los estudios clínicos permiten que los pacientes prueben un tratamiento nuevo antes de que esté disponible para el público en general. En algunos casos, puede tratarse de un medicamento nuevo que no se ha utilizado antes en seres humanos; o bien, puede tratarse de un medicamento o una combinación de medicamentos que no se utilizan actualmente para un tipo específico de cáncer. En general, los estudios clínicos en fase temprana se utilizan para probar los efectos secundarios de un medicamento o una combinación de medicamentos; mientras que los estudios clínicos en fase posterior se utilizan para determinar la eficacia de un tratamiento nuevo para un determinado tipo de cáncer. Los estudios clínicos permiten a médicos e investigadores mejorar el tratamiento de los tipos de cáncer con terapias posiblemente más efectivas. Un estudio clínico puede dar lugar a un medicamento nuevo e innovador; o bien, puede no tener efecto alguno. Es importante que hable con el médico acerca de las ventajas y desventajas de los estudios clínicos para su situación en particular.